La remolacha es un ingrediente muy utilizado en batidos de vegetales. Se utiliza cruda, rallada, en ensaladas frescas, combinada con repollo, zanahoria, manzana... También, al cocinarse, podemos consumirla fría o caliente. La tradición popular le atribuye virtudes para la anemia o las convalescencias. Te contamos qué es real.
1.La remolacha contiene numerosas vitaminas, sobre todo la C y varias del complejo B, en especial el ácido fólico. No contiene vitamina B12, que se encuentra mayormente en alimentos de origen animal e interviene directamente en la creación de componentes de la sangre. Sin embargo, se recomienda cuando hay déficit de hierro porque contiene este mineral acompañado de vitamina C, lo que favorece su absorción.
2. Un componente clave de la remolacha es la betaína. Esta sustancia es fundamental para la absorción de la vitamina B12, el calcio y el hierro. También, mejora la salud del hígado, alivia la poca producción de ácidos en el estómago y mejora el rendimiento físico ya que ayuda al organismo a descomponer las grasas y las proteínas.
3. La betaína además es una sustancia antiinflamatoria que junto a otros antioxidantes de la remolacha, protege el organismo de la degeneración celular que causa entre otras enfermedades el cáncer.
¿Quiénes deben consultar al médico sobre consumir remolacha?
Todas las personas que no deban consumir oxalatos. Estas sustancias tienen funciones beneficiosas pero deben eliminarse muy bien, por lo que por ejemplo no se recomiendan en caso de problemas renales, como litiasis. Tampoco deben consumir remolacha en exceso aquellas personas que tengan úlcera, o gastritis.