Frente a una pérdida, sobreviene esa etapa díficil, hacer el duelo. En esos momentos, aprender a decir gracias nos hace más resistentes a las emociones negativas y la angustia, que lamentablemente son inevitables.
Ya sea por una relación amorosa, un trabajo, un familiar, una mascota, todo aquello que ya no tenemos aparece y seguir adelante exige grandes esfuerzos y encontrar una razón para sentirse agradecido en los días de desesperación puede parecer imposible. Sin embargo, mediante algunos pasos se puede manejar el duelo con gratitud. El dolor todavía puede estar allí, pero se puede ganar la fuerza para mirar más allá de él.
Llorar todo lo necesario
Llorar no nos hace débiles, por el contrario, es un acto de aceptación y conciencia de nuestras emociones. Lloramos porque sabemos cómo nos sentimos y por qué nos sentimos así: muchas veces no llorar impide que aceptemos del todo esa pérdida y si esto no sucede es imposible avanzar. Da rienda suelta al dolor nos ayuda a dar un paso adelante y cambiar nuestras vidas,
Empezar a agradecer
Duelar con gratitud nos permite apreciar las cosas que todavía tenemos. Podemos agradecer a quienes nos acompañan en la crisis, lo que a reducir el dolor. También podemos agradecer los recuerdos hermosos que nadie puede quitarnos. Podemos ponerlo por escrito, leerlo, o grabarlo.
Pedir ayuda
Si nos sentimos hundidos y al cabo del tiempo lo que intentamos no es suficiente para sentirnos mejor, lo ideal es consultar. Hablar de aquello que hemos vivido colabora en su comprensión. Los estudios han demostrado que las personas que practican la gratitud están más dispuestas a participar en asesoramiento y terapia y el pronóstico es mejor.
Un frasco de gratitud
Prepara un frasco o una caja transparentes y algunos trozos pequeños de papel al lado. Todos los días, antes de ir a dormir, escribe sobre una cosa por la que estás agradecido hoy. Puede ser la familia, los amigos, la salud, nosotros mismos, cualquier cosa que te haya hecho sentir mejor ese día. El frasco debe ser transparente para que apreciemos como se va llenando. Este y otros pequeños actos de agradecimiento favorecen el tránsito de la etapa del duelo y dan esperanza.
Fuente: positivepsychology.com