La rosácea es una condición de la piel relativamente frecuente en mujeres de piel clara. Causa enrojecimiento y ruptura de microvasos sanguíneos en el rostro, como una reacción a cosméticos, la exposición solar, los cambios bruscos de temperatura, la comida picante o caliente, las bebidas con alcohol, el ejercicio fuerte y el estrés físico o emocional. En esta época, muchos casos recrudecen debido a que el sol puede empeorarla.
El médico que debe tratar la rosácea es el dermatólogo, para que evalúe el estado de la piel y proponga todos los cambios y tratamientos posibles. Mientras tanto, hay en fitocosmética 3 plantas de acción comprobada en casos de rosácea, sobre todo aquella que es leve o moderada. Se preparan en infusión y se aplican, así de fácil. Estas plantas son la manzanilla, el té verde y la avena.
Datos útiles
- La rosácea se puede activar por embarazos o en la menopausia: la edad más frecuente en que aparece es entre los 30 y los 50 años.
- Los casos más serios de rosácea pueden confundirse con acné, ya que la piel se inflama y se forman pústulas. En hombres, que conforman alrededor de un 27% de los casos, es más frecuente una rosácea más severa con engrosamiento de la piel de la nariz, llamado rinofima.
- También un subtipo de rosácea causa sequedad ocular y sensación de arenilla en los ojos con párpados inflamados. Se presenta a veces en conjunto con reacciones en las mejillas, nariz o todo el rostro.
Manzanilla
La manzanilla, específicamente la flor, es recomendada para aliviar la rosácea por sus ingredientes activos (flavonoides y terpenoides) que tienen un efecto calmante, antiinflamatorio y antiséptico entre muchos otros. Se puede utilizar fresca o seca.
En una taza, coloca una cucharadita de flores de manzanilla y luego llena la taza con agua a punto de hervir. Deja reposar 10 minutos y colarla.¡ Lista la infusión de manzanilla! Una vez que esté a temperatura ambiente, es mejor ponerla en la heladera unos minutos. Se utiliza como un tónico, empapada una motita de algodón: te lo aplicas delicadamente por las zonas afectadas.
Si consigues manzanilla en saquitos, se pueden usar también estos en forma de compresas cuando hay rosácea ocular.
Avena
Sus propiedades hidratantes alivian la picazón, y a la vez refuerzan la barrera protectora de la piel, que suele estar dañada por la rosácea. Rica en betaglucanos, reduce la inflamación, protege de agresiones a la piel como los rayos solares y la polución. También contiene vitamina E que previene daños en la piel y saponinas que ayudan en su limpieza.
Para aplicarla en la piel se prepara un agua de avena. En 2 tazas de agua, agregas 2 cdas. de avena de cocción regular o harina de avena, dejas reposar varias horas y luego, colar el líquido, para utilizarlo como desinflamante en zonas irritadas, para limpiar la cara por la mañana o para agregar a un jabón líquido de ph neutro. Esta infusión fría de avena se conserva en la heladera y se prepara diariamente.
Té verde
Esta maravillosa planta muy rica en antioxidantes es conveniente para la piel con rosácea leve a moderada. Solo de debe preparar una infusión, colarla, dejarla enfriar y aplicar en las zonas irritadas. Puedes hacerlo por la noche, dejándola secar al aire.
El té verde contiene un porcentaje bajo de taninos con respecto al té negro y casi no contiene alcaloides por lo que es conveniente como bebida de uso diario para controlar la inflamación general del organismo sin efectos secundarios.
Fuente: dominaturosacea.com