Nuestra memoria es un capital invaluable y si tenemos problemas para retener datos, siempre lo mejor es consultar al médico.
Aunque el envejecimiento y diversas enfermedades producen olvidos y lapsus de memoria, muchas veces estas fallas están relacionadas con el estrés, la falta de atención o algunos hábitos que la perjudican.
Si aparecen problemas de memoria hay algunos consejos para reforzarla que conviene seguir.
Planea los quehaceres, escribe listas de lo que tienes que hacer y usa ayudas para la memoria como notas y calendarios. Algunas personas encuentran que recuerdan las cosas mejor si mentalmente las conectan con un nombre, canción, libro o programa de televisión conocidos.
Mantené tu vida social activa y todo aquello que ponga en marcha tu mente, sobre todo con otras personas. Desde juegos de mesa, a actividades voluntarias, pequeños cursos o talleres, salidas y pasatiempos, todo sirve.
Participa en actividades físicas y haga ejercicios. Varios estudios han asociado el ejercicio aeróbico (por ejemplo, caminar rápido) con un mejor funcionamiento del cerebro, a pesar de que se necesitan más investigaciones científicas para afirmar con seguridad si el ejercicio puede ayudar a prevenir o retrasar la demencia. El ejercicio también ayuda a aliviar las sensaciones de estrés, ansiedad y depresión.
Consume alimentos saludables. Una dieta saludable puede ayudar a reducir el riesgo de muchas enfermedades crónicas y también puede ayudar a mantener el cerebro saludable.
Limita el uso de alcohol. A pesar de que algunos estudios sugieren que el uso moderado de alcohol tiene beneficios para la salud, tomar mucho alcohol o tomar cantidades excesivas de alcohol en periodos muy cortos de tiempo puede causar pérdida de la memoria y daños permanentes en el cerebro con el paso del tiempo.
Evita el cigarrillo. El habito de fumar quita oxígeno al cerebro, lo que repercute en la memoria y todas las funciones del cerebro.
Fuente: Instituto Nacional de la Salud, EEUU