Desde hace unos días, la palabra volvió a los titulares. Polimetilmetacrilato, o metacrilato, como se le llama habitualmente. La conocida modelo Silvina Luna lleva más de diez años padeciendo una insuficiencia renal, como secuela de un relleno estético con esta sustancia. La justicia ya dictaminó que hubo mala praxis: quien la operó, el cirujano Aníbal Lotocki, fue condenado a 4 años de prisión de cumplimiento efectivo, por lesiones graves y 5 de inhabilitación para ejercer su profesión.
El metacrilato es ampliamente utilizado como relleno estético, por lo que ante la noticia, se encendieron las alarmas: Miles de personas se preguntaron: ¿Si tengo este relleno en mi cuerpo, es peligroso y debo hacer que me lo extraigan? El Dr. Ricardo Hoogstra, cirujano especializado en estética, da algunas respuestas que pueden ser muy útiles para aclarar este tema.
¿De dónde viene esta sustancia?
El polimetilmetacrilato se utilizaba en cristales para aviación en la Segunda Guerra Mundial y en los accidentes, se comprobó que las pequeñas partículas de la sustancia al entrar los globos oculares no producían reacciones tóxicas ni alérgicas, ni rechazos. Al ser un producto que no produce reacciones orgánicas, posteriormente la FDA lo aprobó como relleno óseo y más adelante, también lo hizo el ANMAT.
¿Cuándo se empezó a usar en estética?
Más adelante, impulsado por médicos brasileños, se empezó a utilizar en rellenos faciales, surcos, depresiones en el rostro, correcciones de nariz, por ejemplo. Al principio fue exitoso, cuando se usaba en diluciones bajas.
¿Usted considera seguro el uso del polimetilmetacrilato en rellenos de mayor volumen?
Como resultó exitoso, se comenzaron a hacer rellenos más grandes en otras zonas del cuerpo como las mamas o los glúteos. Cuando hace muchos años atrás me lo propusieron, lo rechacé porque pensé en los riesgos de infección o migración, lo que podía costarle al paciente perder la integridad de una zona muy amplia. Sacar un material extraño no reabsorbible en esas cantidades, de un tejido es casi imposible. Pero el efecto adverso fue mucho más allá de lo que podría haberme imaginado.
¿Usted atendió secuelas de uso de esta sustancia?
Si, he atendido pacientes argentinos y extranjeros en los que con el tiempo el metacrilato en el rostro, las mamas o glúteos se transforma en bolas de cristal, como si fuera vidrio. En esa instancia se puede extraer, de debajo de la piel o entre los músculos.
¿Qué es lo que le pasó a Silvina Luna?
En ella y otros pacientes se colocaron grandes volúmenes y aunque no produce alergia, el organismo detecta una sustancia extraña y se produce una alteración del sistema inmune; se empieza a afectar el hipotálamo, con lo que se desequilibra la regulación de la insulina, del calcio... Y esto conlleva a pacientes que se transforman en diabéticos de un momento para el otro, o que tienen una excesiva cantidad de calcio en el organismo, este se empieza a depositar en los tubos contorneados distales del riñón y los ocluyen dañando su capacidad de filtrar, de ahí la insuficiencia renal.
¿ Qué le recomienda a los pacientes que tengan rellenos faciales de metacrilato a la luz de todos estos datos que se conocen?
Las personas que tengan un relleno facial con poco volumen de polimetilmetacrilato no van a sufrir estas complicaciones, ya que se producen cuando se han inyectado grandes volúmenes. Si un paciente tiene poca cantidad inyectada en el rostro y no se nota e incluso se ve mejor, no hay motivos de preocupación. Si en cambio un paciente siente bolitas duras en alguna de las zonas rellenadas, hay que consultar para hacer una evaluación y si es necesario, un tratamiento. Cada caso es particular e influyen muchos factores como la localización del relleno, si hay lesiones o no, la cuestión estética y la funcional, por ejemplo.
Asesoramiento del Dr. Ricardo Hoogstra, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora y en rejuvenecimiento facial mínimamente invasivo. Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Miembro Titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires, Miembro Correspondiente de la Sociedad Americana de Cirugía Plástica, Miembro Titular de la Asociación Médica Argentina, Miembro International Society of Aesthetic Plastic Surgeons.