En el marco de su gira por España, Tini Stoessel quebró en llanto en medio de su presentación en Barcelona y le agradeció a su público por todo el apoyo que le siguen brindando a lo largo de los años. Según contó al diario El País, estuvo atravesando momentos muy difíciles de salud y creyó que no iba a volver a un escenario.
"Literalmente hace tres semanas estuve en un proceso de tocar fondo. No me podía levantar de la cama. Tenía ataques de pánico, por diferentes razones personales", contó la artista argentina. "Me ayudan mis amigas que viajaron conmigo, mi novio, mi psicóloga con la que hace dos meses que estoy en terapia todos los días", agregó.
De esta manera, Tini Stoessel habla por primera vez de salud mental y de los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad que estuvo atravesando en los últimos meses. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos últimos están asociados a “un miedo y una preocupación excesivos”.
Dentro de la categoría de trastornos de ansiedad se encuentran los trastornos de pánico, que se confirman cuando una persona presenta uno o más episodios de miedo intenso y repentino, es decir, ataques de pánico. A esto se suma una ansiedad persistente por la manera en la cual pueden repercutir en la cotidianidad.
Los síntomas del ataque de pánico
Según la OMS, algunos de los signos físicos y cognitivos que pueden identificarse en un ataque de pánico son palpitaciones, sudoración, temblores, dificultad para respirar, sensaciones de ahogo o asfixia, mareos, inestabilidad, sensación de desmayo, escalofríos o sensaciones de calor, miedo de perder el control y de morir.
Los ataques de pánico suelen alcanzar un punto máximo de intensidad y luego, (10 o 30 minutos después) disminuyen. De todos modos, la recurrencia de los mismos no necesariamente determina que la persona desarrollará un trastorno de pánico.
Los factores del ataque de pánico
Con respecto a los factores psicológicos, las personas con vulnerabilidad al pánico presentan determinadas creencias o pensamientos acerca de la peligrosidad de los síntomas físicos. Por ejemplo, alguien puede temer que el hecho de que sienta el corazón acelerado o tenga dificultades para respirar signifique la presencia de una enfermedad.
En cuanto a los factores biológicos, hay algunos de ellos que pueden ser transmitidos a través de los genes, pudiendo llevar a ciertas personas a heredar la tendencia a experimentar emociones negativas. Esto aumenta las probabilidades de sufrir de un ataque o trastorno de pánico, aunque no lo garantiza.