Los resultados de una reciente investigación que se llevó a cabo por expertos en España arrojaron que existe un vínculo entre el consumo de alimentos ultra-procesados con una mayor presencia de depresión y esto despierta las alarmas.
Los científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y del Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI), publicaron a través de la revista Science Direct los resultados del estudio donde se vincula la ingesta de este tipo de productos con síntomas depresivos.
Según detalla la investigación, una alimentación a base de alimentos ultra-procesadors reduce los volúmenes de materia gris, región compuesta de células neuronales que se asocia a las emociones, la percepción sensorial, la memoria, el habla, la toma de decisiones y el autocontrol.
"Como hipótesis de trabajo, esperábamos que un mayor consumo de ultra-procesados se asociara con un mayor riesgo de síntomas depresivos y un menor volumen de sustancia gris en la amígdala y regiones frontales, especialmente en participantes con obesidad, ya que suelen caracterizarse por presentar un mayor consumo de ultra-procesados", declararon los investigadores que agregaron: "Efectivamente, los resultados confirmaron nuestra hipótesis".
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los alimentos ultra-procesados son "aquellos productos compuestos por múltiples ingredientes desarrollados de modo industrial”. Su consumo excesivo conduce a una dieta de mala calidad con pocas proteínas, fibras y nutrientes, y muchas grasas, azúcares y sal.
Sumado a otros factores, como la ausencia de actividad física, esta ingesta sostenida en el tiempo puede traducirse en obesidad. La FAO además resalta que “los alimentos listos para el consumo perturban las señales saciedad/satisfacción al incentivar un ritmo de ingestión alto y comer mientras se está distraído”.
La depresión, por otra parte, está asociada al cambio en el estado de ánimo, a la pérdida del placer o el interés por diferentes actividades en períodos de tiempo extendidos. En este sentido, algunas de sus manifestaciones son:
- Dificultades para concentrarse
- Sentimiento de culpa excesiva o de baja autoestima
- Falta de esperanza acerca del futuro
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Alteraciones del sueño
- Cambios en el apetito o en el peso
- Sensación de cansancio o de falta de energía
Este trastorno mental suele afectar más a las mujeres que a los hombres y puede llevar al suicidio. A nivel global, se estima que 280 millones de personas sufren depresión y para 2030 este trastorno podría ser la principal causa de enfermedad.