El aloe vera es una de las plantas medicinales más difundidas y se conocen ampliamente sus propiedades como cicatrizante de la piel, sobre todo cuando hay quemaduras. Es una planta suculenta que en el interior de sus hojas contiene una textura gelatinosa, donde almacena agua, y en ella están disueltas una gran cantidad de sustancias. Podemos tener esta planta de aloe vera en casa para aplicar ese gel en caso de una quemadura. También se utiliza en llagas, escaras, escoriaciones, úlceras varicosas en su uso externo.
Lo que no todos saben es que el aloe se puede ingerir, que es alcalinizante, favorece el aporte de oxígeno a las células y puede ayudar en la reparación de los tejidos internos del cuerpo como la mucosa estomacal o las paredes de los intestinos, ayudando a desinflamarlos. Se lo recomienda en úlceras estomacales o de duodeno, gastritis, colitis, colon irritable, estreñimiento crónico, divertículos y disfunciones que pueden ser causadas por exceso de crecimiento bacteriano en el intestino.
Puede incorporarse diariamente a licuados o tomarse solo en pequeña cantidad ( un trocito de 2x 2 cm de hoja pelada y lavada es suficiente). Es muy importante que se lave la pulpa de aloe antes de consumirla para quitarle el acíbar, un jugo amargo que es purgante.
También existe el gel estabilizado, que se adquiere en negocios especializados en medicinas naturales, farmacias o dietéticas. Este gel está adicionado con vitamina C lo que le da mayor conservación. Este gel debe ser apto para uso alimentario, o decir " bebible", porque existen presentaciones de gel de aloe para uso exclusivo de cosmética.
Un componente clave
Si bien era de uso popular, en la década del setenta del siglo pasado en Japón se comenzó una serie de investigaciones para aplicarlo y aislar sus componentes, aquellos que le dan sus propiedades.
Uno de ellos, el germanio orgánico, es un oligoelemento ( elemento que se debe consumir en muy pequeña cantidad) no muy común en la Naturaleza, que “oxigena y alcaliniza el organismo, aspecto vital ya que la acidificación y la falta de oxigeno en los tejidos es el terreno en el que se manifiestan todas las patologías”, según explica el mayor estudioso de este elemento, Kazuiko Asai. Este ingeniero químico japonés estudió profundamente durante muchos años el germanio y su incidencia en el organismo humano llegando a conclusiones reveladoras como que “la eficacia terapéutica del germanio orgánico es su capacidad oxigenante. Algo que a su vez actúa como alcalinizante”.
El consumo de aloe vera nos aporta cantidades significativas de este oligoelemento: las hojas de aloe tienen una concentración de Germanio total de 1.219,50 ng /g de los cuales el 98,99% es Germanio orgánico.
Aparte, el aloe vera contiene una gran cantidad de agua rica en minerales, vitaminas, enzimas, ácidos grasos, aminoácidos y polisacáridos, todos ellos muy beneficiosos para la salud tanto del estómago como de las paredes intestinales. La lignina, fibra presente en la pulpa del aloe, contribuye a la cicatrización y reparación de los tejidos.