En su afán por intentar de que las personas aprendan a comer de forma sana, Alberto Cormillot y Estefanía Pasquini aprovecharon para hablar sobre las pastas y cómo hacer para incluirlas en las dietas. Es que más allá de la mala fama que tienen éstas, el doctor advirtió que es importante poder implementarlas.
Si bien las pastas han ganado una mala fama por culpa de las críticas al consumo de harina y cómo éste afecta al cuerpo, lo cierto es que el doctor destacó que incluso es un deber comer fideos. De este modo, aprovechando el Día Mundial de las Pastas, se lanzó a indicar cómo debe ser el consumo.
“¿Se puede comer fideos? Sí. Se debe comer fideos. Porque, en general, forma parte de la alimentación del argentino. Salvo que elijas no hacerlo porque no te gustan, pero no está mal. El tema es cómo”. comenzó explicando Alberto Cormillot para sacarle dramatismo al consumo de este alimento.
Por su parte, Estefanía Pasquini lo acompañó para mostrar cuál es la mejor forma de comer pastas sin salirse de la dieta: “Lo que seleccioné son qué cosas hace que la pasta sea más engordante o más calórica. Y es, por ejemplo, cuando hacemos una pasta y decimos, no le voy a poner ninguna salsa, nada. Le pongo un poquito de aceite y listo”.
“Y algunos le ponen aceite y, a veces, hasta le ponen un poquito de manteca y el queso rallado. Vos podés llegar de las 300 calorías que puede tener un plato de pastas, a 600 o 700. Y peor si mojás el pan en la salsa”, explicó.
Y agregó: “O cuando la pasta tiene más ingredientes calóricos. Por ejemplo, una salsa Cuatro quesos, y otra vez le empezamos a meter el queso, el pan y demás. Esto es lo que hace que las pastas sean engordantes. Ahora, ¿podemos consumirlo de una forma que sea más light y hacerlo igual? Porque, además, con vegetales la absorción es más lenta”.
Por su parte, el doctor Alberto Cormillot expuso: “El índice glucémico es la velocidad y el tiempo que se mantiene alto la azúcar en la sangre después de haber comido unidades de carbohidratos. Podemos empezar por elegir alguna pasta que sea integral. Primero estamos más tiempos saciados y también es distinta la absorción, es más lenta. Y acá elegí alguna salsita. El tomate no es engordante, si es de tomate natural, mejor todavía”.
“Pero si no tenés ganas de andar cocinando demasiado, usar una latita no tiene nada del otro mundo. El tema es cuando esa latita le empezás a poner el aceite y le pusiste también para rehogar lo que le metías a la pasta. Entonces, si esto no lo hacés con aceite, podés usar la misma salsa de tomate que abrís. Le ponés todos los vegetales que se vayan cocinando y después te lo agregas a la pasta y está perfecto”, marcó sobre una opción acorde a la dieta y que ayuda a consumir este alimento sin culpa.