El invierno trae consigo temperaturas bajas y vientos fríos que pueden ser muy perjudiciales para nuestra piel. A menudo, se vuelve más seca, tirante y propensa a la irritación en esta época del año, y no importa el tipo de piel que tengas, afecta a todas igual.
Es muy frecuente que los pacientes que tienen piel seca, perciban aumento de la sequedad, tirantez y enrojecimiento, quienes tienen piel sensible, además, presentan enrojecimiento, picazón y vasodilatación con el cambio de temperatura de lugares calefaccionados al exterior con bajas temperaturas, por lo que son los que más padecen las bajas temperaturas, y aquellos que tienen piel grasa, ¡también necesitan hidratación!
“Los pacientes con piel grasa tienen un concepto errado creyendo que debido a esta característica no deben hidratarla, pero claro que sí, deben elegir productos adecuados para su tipo de piel, durante el invierno la secreción sebácea disminuye y pueden sentir su piel también seca o con falta de brillo”, la Doctora Marilina Zabalo, médica dermatóloga (MN 111660/ Mp 231654) especialista de PerPiel, la línea de cuidado de la piel de Laboratorios Bernabó.
El aire frío y seco del invierno puede eliminar la humedad de la piel, dejándola seca y agrietada. Hidratar la piel ayuda a mantener su barrera protectora intacta y previene la pérdida de humedad, previene irritaciones, enrojecimientos y descamaciones. Además, una piel bien hidratada se ve más radiante, lo que contribuye a una apariencia general más saludable.
La Dra. Zabalo comparte claves y activos para cuidar la piel en esta época del año:
- Limpiar la piel con productos que además hidratan. Para eso es importante elegir productos que contengan Ácido Hialurónico y glicerina.
- Hidratar la piel con cremas o emulsiones que tengan Ácido Hialurónico. Esto logra una rápida y mayor humectación de forma prolongada.
- Es clave no olvidarse de hidratar el cuerpo. El frío puede quitarnos las ganas de hacerlo, para ayudarnos es bueno buscar texturas confortables y de rápida absorción. Los activos recomendados son las Vitamina A y E, Alantoína, Ácido Hialurónico, Aceite de Argán y Fitocolágeno para reparar la piel y restablecer su elasticidad e hidratación.
- Utilizar emulsiones con vitamina D. Durante el invierno, nuestro cuerpo recibe menos luz solar, lo que puede reducir nuestros niveles de vitamina D. Es momento de incorporar cremas o emulsiones que contengan vitamina D, para que puedan cubrir los requerimientos diarios y suavizar e hidratar la piel.
- Tomar duchas cortas y con agua tibia en lugar de caliente. El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, dejándola más seca. Después de la ducha, aplica la crema hidratante inmediatamente para sellar la humedad.
- Hay lugares que necesitan un extra de cuidado. Las manos, los codos, las rodillas y los talones son las partes del cuerpo que tienden a resecarse más, por eso es conveniente hidratarlas incluso más de una vez al día. Esto ayudará a tener una piel sana, elástica y suave.