¿Sirven realmente los ejercicios para mejorar la visión? Muchas veces y sobre todo en redes sociales, vemos cómo se promocionan distintos métodos de ejercicios que al decir de quienes los anuncian, recuperan la capacidad visual. " Olvidate de los anteojos", es el slogan... ¿Esto es posible?
Veamos cuál es la utilidad de los ejercicios oculares y en qué casos son recomendables, según la medicina: explica una especialista.
"Sería fantástico, pero lamentablemente no hay evidencia científica que apoye que problemas como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la presbicia o las cataratas puedan ser corregidos con ejercicios oculares", explica la Dr. Betty Giselle Arteaga, médica oftalmóloga (MN 112049 - MP 332301) Jefa de Baja Visión, del Servicio de Oftalmología en el Hospital Italiano de Buenos Aires.
"Cuando una persona padece de un vicio o error refractivo que le dificulta ver con claridad, esto ocurre porque la forma de su ojo impide que la luz se enfoque correctamente en su retina (una capa de tejido sensible a la luz en la parte posterior de su ojo). Y esto no mejora con ningún ejercicio o movimiento ocular."
Los ejercicios visuales aclara la médica, tampoco sirven para tratar enfermedades oculares como el glaucoma, la uveítis, las cataratas o el desprendimiento de retina, por mencionar las más comunes. Estas patologías requieren tratamiento médico y en muchos casos quirúrgico que de ser retrasado, pueden traer serias consecuencias en la visión del paciente y en su calidad de vida.
"Según cada caso, en todas estas afecciones se requieren diferentes variantes de anteojos o lentes de contacto. En ciertas condiciones, la cirugía láser o la cirugía de cataratas con implante de lentes intraoculares en diferentes tipos de combinaciones pueden ser una opción para disminuir la dependencia del paciente de los anteojos o los lentes de contacto."
Cuándo sí son útiles
Sin embargo, hay ciertos casos específicos donde realizar ejercicios de entrenamiento visual llamados ortópticos mejoran determinadas condiciones relacionadas con la motilidad o alineación ocular que ocurren especialmente en niños pequeños, como el estrabismo, el ojo vago o ambliopía.
También se usan en el caso de visión doble o diplopía, así como cuando existe incapacidad de fijar la vista en objetos cercanos por tener insuficiencia de convergencia. "Al mirar de cerca, como al leer o usar la computadora, nuestros ojos deben moverse uno hacia el otro. Sin embargo, algunas personas no pueden realizar este movimiento. Los ejercicios de fijar la mirada en un lápiz o en una figura mientras se acerca a nuestra cara van a mejorar con el tiempo la coordinación de los ojos para mirar de cerca, es decir su capacidad de converger," aclara la Dra. Arteaga.
Algunos llamados “ejercicios” populares sirven, por otra parte, para mejorar la fatiga visual con el uso prolongado de dispositivos electrónicos. Estos son:
Regla 20-20-20: Cada 20 minutos, mira algo a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos. Esto ayuda a relajar los músculos de enfoque.
Parpadeos Regulares: Parpadear con más frecuencia durante el uso de pantallas evita la sequedad ocular.
Movimientos de Ojos: Mover los ojos en diferentes direcciones (arriba, abajo, izquierda, derecha) puede ayudar a mantener la flexibilidad.
Sin embargo, aunque muchas personas reportan mejoras en términos de confort, los estudios sobre la eficacia real de éstos es limitada y no reemplazan el uso de anteojos graduados para aquellos que los necesiten y desde ya tampoco reemplazan el tratamiento médico o quirúrgico de las enfermedades oculares. Ante cualquier duda consulte a su oftalmólogo de confianza.
Algunas diferencias
Entre las medicinas occidental y oriental, sobre todo la medicina china, existen diferencias en este tema. Si bien no se los califica como ejercicios visuales, dentro de la medicina china se considera que los ojos están relacionados energéticamente con el hígado y fortalecerlos con movimientos ayuda a la salud no solo de los ojos, sino también de este órgano. Esto se puede apreciar en disciplinas con siglos de antigüedad como el Qi Gong, donde a los movimientos del resto del cuerpo y la respiración se indica dirigir la mirada también, como parte integral del ejercicio.
También en el Yoga existen movimientos indicados especialmente para los ojos, como parte de las prácticas diarias y para un objetivo de la salud en general.