En un emotivo post, la productora televisiva Giselle Krüger, pareja del periodista Rolando Graña, reveló que días atrás la hija de ambos, Alina, había estado internada durante 10 días debido a un delicado cuadro de salud.
La enfermedad comenzó como una gastroenteritis, luego pareció mejorar y volvió a atacar. El diagnóstico que presumieron los médicos fue síndrome urémico hemolítico, una afección que es endémica en nuestro país, es la primera causa de insuficiencia renal en niños y la tercera causa de trasplantes.
Hoy la chiquita está bien y de alta en su casa, para tranquilidad de sus papás. “Si tuvo SUH ni nos dimos cuenta, si no lo tuvo fue un milagro”, escribió Giselle al reflexionar sobre el desenlace de la historia.
Una bacteria tristemente célebre
El SUH le da a Argentina un récord que no querríamos tener, el de país con mayor incidencia histórica de casos a nivel mundial. Periódicamente los medios dan cuenta de la aparición de casos pediátricos, ya que los chicos son una población especialmente sensible a la bacteria escherichia coli en su variante enterohemorrágica ( también llamada con diarrea positiva).
Habitualmente entre 3 a 4 días de contagiarse, los niños afectados presentan según el Hospital de Pediatría Juan Garrahan, diarrea (con o sin sangre), palidez, disminución de la cantidad de orina, irritabilidad o aumento del sueño, fiebre, vómitos, convulsiones, y manchas rojas en la piel. Estos síntomas son motivo de consulta médica urgente.
La bacteria puede encontrarse alojada en carnes, verduras crudas, lácteos no pasteurizados, agua de piscinas o piletas de lona, por ejemplo. También se transmite por contacto de persona a persona y por contacto con animales. Se destruye con la cocción a altas temperaturas y puede pasar de un alimento a otro si no se mantienen las medidas adecuadas de bioseguridad.
La Dra Marcela Boscardin, nefróloga, difundió hace pocos días consejos clave en la prevención como cargar carnes, verduras y lácteos a último momento en la compra del supermercado y guardarlos por separado, respetando las cadenas de frío; utilizar tablas separadas o lavar los cuchillos al cortar carnes y verduras; y cocinar las carnes hasta que no queden rastros de líquido rojo.
La especialista resaltó que las verduras crudas pueden desinfectarse si las sumergimos en agua con 2 gotas de lavandina por litro por unos minutos.
También alertó a las mamás sobre que no se debe dar a los bebés el jugo de la carne si está rosado y pidió que se le enseñe a los chicos a avisar si en un local de comida rápida reciben una hamburguesa que no está bien cocida. Además resaltó la importancia del lavado de manos, sobre todo antes de comer y después de ir al baño, como medida básica de seguridad.
Consejos para prevenir el síndrome urémico hemolítico
Estas son las recomendaciones del Ministerio de Salud para evitar la transmisión del sindrome urémico hemolítico.
Lavate bien las manos con agua y jabón antes de comer o manipular alimentos; y después de tocar carnes crudas, ir al baño o cambiar pañales. Es muy importante que los chicos también lo hagan.
Cociná las carnes completamente, en especial la carne picada, hasta que no queden partes rojas o rosadas.
Evitá siempre el contacto de la carne cruda con otros alimentos.
Para cortar alimentos, no uses el mismo cuchillo o superficie (tablas, mesadas) que usaste para cortar carnes crudas sin antes lavarlo bien con agua y detergente.
Lavá cuidadosamente las frutas y verduras crudas.
Utilizá siempre agua segura para beber, cocinar e higienizarte.
Dentro de la heladera, guardá el pescado y las carnes crudas en los estantes de abajo y dentro de recipientes cerrados.
Mantené los alimentos bien tapados y refrigerados.
Alimentá a tus hijos exclusivamente con leche materna durante los primeros 6 meses de vida, y, a partir de esa edad, mantené la lactancia junto con la alimentación complementaria, idealmente hasta los 2 años o más.
Para los mayores de 2 años usá leche en polvo fortificada con hierro, o leche pasteurizada (la que se compra envasada).
Esterilizá diariamente las mamaderas.
Si el bebé usa chupete (luego de instalada la lactancia), que no esté roto ni tenga partes flojas. Lavalo seguido con agua y jabón; y que el adulto no lo “limpie” con su boca.
El agua de las piscinas y de los piletines de lona o plástico debe ser renovada con frecuencia. El agua de los piletines de lona también debe ser clorada.