Los calambres nocturnos en las piernas son espasmos musculares involuntarios pueden ser muy dolorosos y causar interrupciones en el sueño. Una de las causas más comunes es la deshidratación, por lo que pueden empeorar en verano. Estos calambres pueden durar desde unos segundos hasta varios minutos, y pueden ser lo suficientemente intensos como para despertar a una persona de su sueño. La sensación de un calambre puede describirse como un dolor agudo, una tensión o un tirón en el músculo afectado.
Hay varios factores que pueden contribuir a su aparición: La deshidratación, el desequilibrio de electrolitos como magnesio, calcio o potasio, la actividad física excesiva o hecha " de golpe", las posiciones inadecuadas al dormir, algunos medicamentos como antihipertensivos con diuréticos o también enfermedades como problemas de circulación venosa o las que afecten el sistema neuromuscular, como la diabetes, pueden provocarlos.
¿Cómo aliviar los calambres nocturnos?
Si experimentas un calambre nocturno, aquí hay algunas estrategias que puedes emplear para aliviar el dolor:
Cuando sientas un calambre, intenta estirar el músculo afectado. Por ejemplo, si tienes un calambre en la pantorrilla, ponte de pie y apoya la parte delantera del pie en el suelo mientras mantienes el talón levantado. Esto ayudará a aliviar la tensión.
Un masaje suave en el área afectada puede ayudar a relajar el músculo y reducir el dolor. También, podemos utilizar una compresa caliente o una bolsa de hielo en el músculo afectado. El calor puede relajar el músculo, mientras que el frío puede reducir la inflamación.
Bebe agua o una bebida deportiva para reponer líquidos y electrolitos. La deshidratación puede ser una de las principales causas de los calambres nocturnos.
Si estás en una posición incómoda, intenta moverte a una posición más cómoda para aliviar la presión sobre los músculos.
Si el calambre persiste, elevar las piernas puede ayudar a mejorar la circulación y reducir el dolor.
Cómo se pueden prevenir
Beber abundante agua, consumir alimentos ricos en minerales como yogur, frutas y verduras todos los días, realizar estiramientos musculares antes de dormir y evitar el alcohol y la cafeína- que producen deshidratación- son algunos de los consejos médicos para evitar la aparición de calambres por la noche.
Un punto aparte merecen los zapatos o calzados que utilizamos durante el día. Aquellos que producen demasiada tensión o un apoyo distinto al que estamos acostumbrados pueden ser la causa de que aparezcan calambres por la noche.