En los últimos tiempos es común ver papás y mamás que llevan sus bebés, bien acurrucaditos sobre sus pechos y envueltos en mochilas o fulares. Este sistema que asegura un contacto constante entre el bebé y el adulto se denomina porteo. Portear es mucho más que una moda o una costumbre moderna. El porteo respeta el tiempo del bebé y su desarrollo psicomotor pero además facilita la vida de los papás. Muchos famosos como Paula Cháves y Pampita la eligieron para transportar a sus hijos sin perder el contacto piel con piel.
Aunque el porteo parece una costumbre reciente basada en los principios de la crianza respetuosa, es un arte que viene de lejos. Desde los inicios de la humanidad, las personas buscaron distintas maneras de cargar y transportar a sus bebés. Existen pinturas del año 1400 a.C donde se ve a mujeres que sostienen a sus hijos con unas bandas que parecen tejidas. Los historiadores encontraron esculturas y pinturas, tanto de la época de los romanos y el medioevo, donde se observa a bebés envueltos en tejidos que los sostienen a sus madres.
En los pueblos originarios americanos se usaban mantos o cueros. En todas las culturas y épocas las madres se organizaron para cargar a su niño de manera cómoda y práctica para ambos, pero también para mantener un contacto único y afectivo con sus bebés. Ya sea en siglos pasados, como los papás y mamás actuales, los adultos comprendieron que el porteo le permitía tener a los bebés pegaditos y en contacto piel entre otros múltiples beneficios.
Para el bebé:
- Le da tranquilidad. Se sienten protegidos, seguros.
- Ayuda a regular de forma eficaz su temperatura corporal
- Mejora la calidad del sueño.
- Brinda mayor bienestar físico
- Favorece la adaptación al entorno.
- Potencia el apego seguro.
- Disminuye el llanto.
- Estimula la lactancia materna.
- Protege el desarrollo de la espalda y cadera.
- Previene las plagiocefalias (deformaciones en la cabeza).
Para las mamás, papás u otros cuidadores
- Permite que tengan las manos libres lo que simplifica que puedan hacer otras tareas mientras cargan al bebé
- Brinda mayor libertad de desplazamiento.
- Mejora la atención que se le brinda a los hermanos mayores.
¿Cuál elegimos?
Al momento de elegir el elemento de porteo adecuado ya sea mochila o fular, hay que tener en cuenta que no debe estar confeccionado en tela rígida o preformado. Se debe adaptar al cuerpo del bebé como una segunda piel pero también a la fisiología y la anatomía del adulto que lo llevará. Antes de comprarlos se debe tener en cuenta la altura, la tensión sobre el cuerpo del bebé, la posición general y, sobre todo, cuidar que no obstruya su nariz y boca.
Los fulares favorecen la posición ergonómica del recién nacido, porque es una tela que se adapta mejor a su forma. Sdemás, el papá o mamá que lo lleva mantiene una postura correcta. La espalda queda recta lo que evita lesiones en la columna y disminuye los dolores de espalda. Los fulares se pueden utilizar desde el nacimiento del bebé hasta que llegan a un peso de 9 kilos
Si la familia prefiere la mochila portabebé se deberá tener en cuenta que ya tiene que poder sentarse solito para utilizarla, ya que las tela con los que se confecciona suelen ser más rígida que la del fular, Se suele usar hasta que el bebé cumple dos años. Ya sea mochila o fular, lo importante es elegir el elemento con el que cada adulto se sienta más cómodo y que resulte beneficioso para el bebé y así seguir juntos en esa hermosa aventura que es crecer.