Cuando las pruebas caseras de embarazo no eran tan comunes ni accesibles, en películas y novelas si querían mostrar que una de sus protagonistas estaba embarazada la grababan sufriendo náuseas y vómitos. Es que para muchas mujeres estos síntomas son señal inequívoca que afrontan sus primeras semanas de embarazo, algo que resulta normal. Sin embargo cuando son excesivos se puede estar ante una condición denominada hiperémesis gravídica, que se hizo más conocida cuando afectó a la princesa Kate Middleton.
“Se desconoce por qué hay mujeres que sienten náuseas mucho más que otras. Si se sabe que al principio del embarazo se produce en mayor cantidad la hormona Beta-hCG, lo que favorece su aparición”, explica Diego Ríos, Jefe de Maternidad del Hospital Dr. Alberto Duhau (MP 444249) y sigue “por eso, estos síntomas suelen presentarse con mayor frecuencia cuando se cursa desde la semana 6 a la 14 del embarazo y esta hormona está a pleno”.
Para aliviar estos malestares, los médicos suelen recomendar: comer y beber pequeñas cantidades pero con mayor frecuencia. Lo ideal es cada dos o tres horas. Tener galletitas saladas junto a la cama y comer una o dos antes de levantarse. Priorizar la ingesta de alimentos suaves, como bananas, arroz, compota de manzana y pan tostado. Por otro lado, sugieren evitar las grasas y los picantes, el consumo de alcohol y descartar las bebidas con gas.
Solo en algunos casos puede aparecer hiperémesis gravídica. El riesgo es que los vómitos excesivos y continuos lleven a la deshidratación y una pérdida drástica de peso. Esta patología cobró visibilidad cuando Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra quedó embarazada. Pero también con una rápida y cuidada atención, como lo demostró Middleton, no son peligrosos ni para la mamá ni para el bebé. De hecho, la inglesa transitó tres embarazos, en todos padeció hiperémesis gravídica y sin embargo, tuvo partos normales y no hubo riesgos ni para ella ni sus bebés.
Cuando una mujer padece hiperémesis gravídica, por lo general, requiere una internación. En el hospital lo primero que harán será tranquilizarla y luego se le suministra alguna medicación intravenosa. La internación no suele durar más de 48 horas.
Cuidado con esto
Aunque los vómitos no son un signo de preocupación. Sin embargo, habrá que consultar al especialista cuando se encuentren acompañados de estos síntomas:
- Dolor abdominal.
- Signos de deshidratación, como menor volumen de orina, menos sudoración, sed excesiva, boca seca, palpitaciones y mareos al ponerse de pie.
- Fiebre.
- Vómitos sanguinolentos, oscuros o verdes.
- Percepción de ausencia de movimientos fetales cuando el feto tiene más de 22 semanas.
- Confusión, debilidad o entumecimiento de un lado del cuerpo, trastornos del habla o de la visión, o adormecimiento, ya que estos síntomas indican hemorragia en el cerebro.
- Vómitos que persisten y se intensifican.
En cualquiera de estas situaciones habrá que consultar con rapidez al médico que determinará si los síntomas son consecuencia del embarazo o existe otro trastorno y recomendará el tratamiento adecuado. Pero, es importante recordar que casi siempre, las náuseas son solo son una molestia que se superan con una dieta adecuada, paciencia y mucha tranquilidad.