La falta de calcio no suele presentar muchas señales en etapas tempranas pero es posible sospechar que falta calcio en la sangre - y por esto en los huesos o los músculos- si surgen determinados signos y síntomas que ameritan una investigación por parte del médico.
El calcio es un mineral fundamental para el buen funcionamiento del sistema nervioso, el corazón, los músculos, los huesos y los dientes, y está presente en varios alimentos, tanto de origen animal como vegetal. Se aconseja que consumamos por lo menos un alimento rico en calcio por día. Las necesidades aumentan en niños, embarazadas y mujeres en la menopausia.
Los alimentos más ricos en calcio son el yogur, los quesos y aquellos pescados de los que se consumen espinas, como las sardinas. Entre los vegetales, las almendras, el tofu y las semillas de lino son un excelente aporte de este mineral. Algunos jugos, cereales y productos de soja están enriquecidos con calcio.
¿Cuáles son los signos de falta de calcio?
Los síntomas de falta de calcio leve son:
- Espasmos musculares;
- Calambres, principalmente en las piernas;
- Hormigueo en las manos, pies y cara.
En caso la falta de calcio avance y sea moderada, pueden surgir otros síntomas, que incluyen:
- Falta de memoria;
- Confusión;
- Depresión;
- Alucinaciones;
- Debilidad de los huesos con aumento del riesgo de fractura;
- Irritabilidad, nerviosismo y ansiedad;
- Aumento de la presión arterial;
- Caries y problemas frecuentes en los dientes.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de la falta de calcio es realizado por el médico a través de una evaluación de los síntomas presentes y/o de la realización de un examen de sangre para cuantificar la cantidad de calcio en la sangre, siendo que la hipocalcemia es cuando este valor se encuentra por debajo de 8.8 mg/dL.
¿Cómo se mejora la absorción de calcio?
Para mejorar la absorción de calcio, es importante reducir el consumo de sal, pues el exceso de sodio aumenta la eliminación de calcio por los riñones. También es importante tomar sol diariamente, pues esta es la mejor manera para producir vitamina D en el organismo, ya que esta vitamina es la que permite que el calcio se absorba correctamente en los huesos.
Además, se debe evitar comer alimentos fuentes de calcio junto con alimentos que contienen fitatos y oxalatos, que son compuestos presentes en vegetales como la espinaca, la remolacha y el cacao, por ejemplo, y que, cuando son consumidos en exceso, pueden entorpecer la absorción de calcio.
La importancia de la vitamina D
La vitamina D que absorbemos a través de la piel y los alimentos, se encarga del metabolismo del calcio (ya que lo fija en el hueso) y del fósforo. También interviene en la formación del músculo, en la actividad neuromuscular y en el sistema inmunológico. Por sí misma, la vitamina D no es activa, sino que necesita sufrir varias transformaciones en el hígado y en el riñón para poder realizar sus funciones. Es liposoluble, por lo que se almacena en las grasas del cuerpo y su exceso no se elimina por la orina. En los meses de menos sol, su formación para casi por completo, de modo que los niveles en sangre experimentan una variación estacional.
Además, la capacidad de sintetizar Vitamina D de la piel disminuye con la edad debido al envejecimiento de ésta. Igualmente, la contaminación, el color de la dermis y el uso de fotoprotectores afectan su producción a nivel de la piel.
En sí, la deficiencia de vitamina D suele no producir síntomas pero es importante mantener su provisión en niveles adecuados para evitar que su falta perjudique el calcio del organismo.