OCTUBRE ROSA

Qué es la "biopsia líquida" que detecta el cáncer de mama

Creado por un equipo del CONICET, utiliza una tecnología que detecta marcadores tempranos de esta enfermedad mediante un test en la sangre. Más avances para reducir el impacto de una de las principales causas de muerte en la mujer.

Escrito en SALUD el

“Un tumor - de mama- de menos de un centímetro tiene un 98% de probabilidad de sobrevida a cinco años. Esa cifra nos recuerda que la detección temprana no es solo un mensaje de octubre, sino una práctica que debe mantenerse siempre”, explica  el Dr. Javier Stigliano, reconocido mastólogo de la Clínica Santa Isabel de Buenos Aires e investigador asociado de un proyecto del CONICET que avanza en un test para detectar mediante una muestra de sangre el cáncer de mama en estadios muy tempranos.

El cáncer de mama continúa siendo una de las principales causas de muerte por cáncer en mujeres en Argentina, y la detección precoz sigue siendo la herramienta más efectiva para reducir su impacto. El Dr. Stigliano destaca que las consultas médicas regulares y la realización de estudios de imagen son fundamentales para identificar lesiones en etapas iniciales.

Además, subraya los avances médicos que permiten mejorar tanto el diagnóstico como la calidad de vida de las pacientes. Entre ellos se encuentra la cirugía oncoplástica, que combina la eliminación del tumor con técnicas reconstructivas, favoreciendo la recuperación física y emocional; y el asesoramiento genético, que permite detectar predisposiciones hereditarias mediante un simple análisis de sangre.

Mirando hacia el futuro, el Dr. Stigliano también destaca el prometedor proyecto del CONICET, llamado Oncoliq, del cual es investigador asociado. Se trata de una tecnología que apunta a detectar en sangre la presencia de pequeñas moléculas llamadas microARNs, liberadas por esos tumores apenas comienzan a producirse.

“Oncoliq es de fácil implementación y permite detectar tempranamente el cáncer con alrededor de un 90% de sensibilidad, lo cual reduciría la mortalidad por cáncer y mejoraría la calidad de vida de los y las pacientes”, señala Adriana De Siervi, líder del proyecto, investigadora del CONICET y directora del Laboratorio de Oncología Molecular y Nuevos Blancos Terapéuticos del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET-F-YBYME).

La validación de Oncoliq se realizó en 100 pacientes con cáncer y 100 voluntarios/as sanos/as. “Además hemos realizado una validación adicional que consistió en procesar con bioinformática datos de bases públicas de más de 2000 pacientes y voluntarios sanos con el fin de validar Oncoliq en poblaciones asiáticas confirmando la utilidad de este estudio a nivel global”, indicó De Siervi.

Una revolución en diagnóstico

El Test creado por los científicos del CONICET no solo es útil en el cáncer de mama sino también en el de próstata y reviste especial importancia. Cuando los tumores de mama o de próstata son detectados tempranamente, es decir, están confinados dentro del órgano, el tratamiento es mucho menos agresivo en comparación con aquellos casos que se identifican de manera tardía. 

El objetivo es que Oncoliq se aplique a personas que van a realizarse su control ginecológico o urológico anual, y a las que se le extraería una pequeña muestra de sangre. A partir de esta muestra se utilizaría la técnica de PCR en tiempo real para detectar los microARNs y luego aplicando un algoritmo se informaría al individuo el resultado del ensayo. Se están realizando pruebas piloto para determinar el valor predictivo positivo de Oncoliq en comparación con los estudios convencionales (mamografía, prueba del antígeno prostático específico o PSA según sus siglas y otros). 

“Oncoliq representa un avance significativo. Al detectar moléculas microRNA en la sangre, que aumentan en las etapas tempranas del desarrollo tumoral, este test posee una sensibilidad del 90% y promete cambiar el paradigma de la detección, haciéndola más accesible y menos invasiva”, afirma el Dr. Stigliano. 

“El trabajo interdisciplinario y los avances tecnológicos nos acercan cada vez más a diagnósticos más precisos y tratamientos más humanos. Pero la clave sigue siendo la misma: no esperar. Consultar y hablar del tema sin miedo”, concluye el Dr. Stigliano.