Kate Rodríguez, Florencia Peña, María Eugenia Tobal y Belu Lucius. Cuatro nombres populares, cuatro historias de vida que se cruzaron en la misma lucha silenciosa: la trombofilia, una condición que transforma la dulce espera de un bebé en una batalla de pinchazos y fe inquebrantable.
La bailarina panameña Kate Rodríguez, por ejemplo, compartió su historia con una profunda emoción y coraje, reveló hace unas semanas que a pesar del miedo y la trágica experiencia previa de su pareja, para ella "El amor es más fuerte que el miedo". Por su parte, Florencia Peña, en el 2019 y a dos años del nacimiento de Felipe, su hijo menor, escribió: "Hace 2 años salías de mi panza. Mi tercer varón. Durante los primeros meses estaba asustada. Te habíamos deseado mucho, y mi diagnóstico de Trombofilia me llenaba de miedos. Fue entonces que conocí un grupo de mujeres empoderadas y amorosas que transitaban por lo mismo que yo. Entendí entonces que ese temor podía convertirse en lucha. Porque si la Trombofilia tiene diagnóstico a tiempo y tratamiento, el embarazo es posible"
María Eugenia Tobal, que también atravesó un camino de dolor y luego esperanza con la llegada de su hija, escribía esto en 2019 a días de dar a luz: "265 pinchazos, cada mañana con todo el amor del mundo. Pese a los dolores y moretones, hoy llegando a su fin. Si tuviste alguno de estos acontecimientos o conoces a alguien que los haya tenido, es importante hacer una consulta con tu médico. Estás a tiempo. La trombofilia se detecta son un simple análisis de sangre", sumó y terminó esperanzadora "Si hay diagnóstico, hay tratamiento. Y claro que se puede... ¡a no bajar los brazos!".
Belu Lucius solía compartir vídeos en su canal sobre las diferentes etapas del embarazo. En uno de ellos decidió hablar sobre la trombofilia, enfermedad que padeció. "Me costó mucho hacer este vídeo, primero porque hablo de algo muy íntimo mío pero entendí que lo que me pasa a mi le puede pasar a muchísimas mujeres mas, por eso me animo a compartirlo con ustedes, que tanto siempre me apoyaron!" escribió. Todas ellas sumaron su aporte a una afección que llega a afectar al 15% de las mujeres gestantes.
¿Qué es la Trombofilia en el embarazo?
La trombofilia es una condición de salud, que puede ser hereditaria o adquirida, que predispone a la formación de coágulos sanguíneos (trombosis) en el interior de los vasos. En el contexto del embarazo, según lo que indican especialistas, esta propensión a la coagulación puede generar complicaciones serias. Tal como señalan diversos organismos de salud, la obstrucción de vasos a nivel placentario provoca un infarto placentario, lo que deriva en una falta de irrigación que puede causar la muerte del embrión o feto.
Tipos de Trombofilia: no todas son iguales
De acuerdo con lo que se conoce a través de las academias de medicina, existen principalmente dos tipos de trombofilia, y es vital diferenciarlas, sobre todo a la hora de buscar la causa de las pérdidas gestacionales:
Trombofilia Hereditaria: Se asocia a mutaciones genéticas en factores de la coagulación. Aunque la trombofilia hereditaria puede aumentar el riesgo de trombosis venosa, la evidencia actual no demuestra una relación clara con las pérdidas recurrentes de embarazo, salvo en casos muy específicos con antecedentes personales o familiares de trombosis.
Trombofilia Adquirida: Es la forma más relevante en obstetricia. Se produce por la presencia de anticuerpos en la sangre. Esta sí se relaciona con complicaciones serias en la gestación como pérdidas recurrentes de embarazo (generalmente antes de las 10 semanas), preeclampsia severa y muerte fetal.
Detección, un diagnóstico no tan simple
La OMS y el Ministerio de Salud, en línea con la Sociedad Argentina de Ginecología y Obstetricia (SAGO), ponen el foco en la necesidad de un diagnóstico certero. Los análisis para detectar trombofilia no son complejos ya que se realizan a través de un simple análisis de sangre.
Sin embargo, el diagnóstico para la forma adquirida que afecta el embarazo (SAF) a menudo se recomienda después de que se hayan producido dos o más abortos espontáneos consecutivos de embarazos embrionados sin causas genéticas o un evento trombótico inexplicable. Esta es, precisamente, una de las grandes luchas que las famosas visibilizaron: la necesidad de un protocolo de detección más precoz, para que el diagnóstico no llegue después del dolor de la pérdida.
El tratamiento para la trombofilia adquirida que afecta la gestación es muy efectivo. Consiste en la administración diaria de inyecciones de heparina de bajo peso molecular (en algunos casos, combinada con dosis bajas de ácido acetil salicílico, o aspirina). La inyección se aplica subcutáneamente, generalmente en el abdomen o los muslos, y debe administrarse durante toda la gestación.
Este tratamiento es la clave: una mujer con trombofilia adquirida que lo recibe tiene entre un 85% y 90% de posibilidades de que su bebé nazca sin problemas, un porcentaje que baja drásticamente sin medicación. Por eso, muchas mamás llaman cariñosamente “heparinos” a sus hijos nacidos gracias a este acompañamiento médico.
¿Qué dice la Ley Argentina de Trombofilia?
La lucha de las famosas y de miles de mujeres tuvo su correlato legal. En Argentina, el Congreso sancionó la Ley N° 27.335, que declara de interés nacional la protección integral psicofísica de las personas portadoras de trombofilia en todas sus formas.
Esta Ley tiene entre sus objetivos más importantes procurar la detección precoz de la trombofilia, el control y el tratamiento, en mujeres en edad prefértil y fértil e incorporar al Programa Médico Obligatorio (PMO) los estudios de diagnóstico y el tratamiento de la trombofilia y su respectiva medicación (la heparina, por ejemplo).
De esta manera, la ley busca resguardar el derecho a formar una familia y prevenir el daño psicofísico causado por la pérdida de un embarazo, garantizando la cobertura de los tratamientos necesarios para que el "milagro" de la vida sea una realidad para todas las mujeres argentinas.