Con 47 años y una nueva chance en el amor junto a Martín Pepa, Pampita sorprendió al dejar abierta la posibilidad de volver a ser mamá. “Me gustaría tener algún hijo de nuevo, pero no sé si se me va a dar. La verdad tengo que tener la suerte de que un compañero quiera el mismo sueño que yo”, aseguró en un una charla íntima con su amiga, Barbie Simons. Cada vez son más las mujeres o parejas que eligen aventurarse en un embarazo después de los 35, 40 o incluso, más de 45 años. Son frecuentes las noticias de celebridades que abrazaron la maternidad después de superar las cuatro década. Salma Hayek fue mamá de Valentina cuando tenía 41 años, a esa misma edad Nicole Kidman tuvo a Sunday Rose, su única hija biológica y Kim Basinger fue mamá de Ireland a los 43. En la Argentina Flor Peña tuvo a su tercer hijo a los 42 y Maby Wells a los 47. María Fernanda Callejón quedó embarazada los 49. “Voy a ser una madre-abuela y me da orgullo”. “Me siento una chica de 30, las hormonas me rejuvenecen”, aseguraba en el 2015
No solo las famosas retrasan su maternidad, muchas mujeres lo hacen. Algunas la posponen por su crecimiento personal, profesional y laboral, por la elección de una segunda carrera, por la situación económica o porque esperan hasta construir una pareja (o iniciar una segunda). Por otra parte, los avances de los últimos años en métodos diagnósticos, así como en la fertilidad y salud reproductiva de las mujeres, incluyendo herramientas tan valiosas como la criopreservación de ovocitos o la ovodonación, han venido a acompañar estos cambios.
Hoy por hoy no existe una definición universal de edad materna avanzada. Algunos especialistas consideran que es cuando el embarazo ocurre luego de los 38 años. Pero si bien no hay un consenso sobre la definición, sí está comprobado que a partir de esa edad hay una disminución de la reserva ovárica. Además, con el paso de los años, el organismo pierde firmeza, fuerza y capacidad. Esto provoca que las respuestas del cuerpo ante situaciones especiales, como los cambios del embarazo, no sean tan adecuadas o llevaderas en comparación con edades más tempranas.
"En primera instancia, es menester saber que habrá mayor riesgo de patologías maternas y/o fetales. El abordaje precoz, e instaurar medidas preventivas, serán suficientes para la prevención de algunas de ellas. Y en aquellas que indefectiblemente sucedan, será fundamental el adecuado control prenatal", asegura Ariana F. Santillán, MN 161646, obstetra de Halitus Instituto Médico. Por eso la profesional asegura que "si bien siempre es el objetivo, lo idea es hacer una consulta preconcepcional que nos permita conocer patologías previas, y poder asesorar sobre cuidados y hábitos, vacunación, alimentación y por supuesto, sobre la tan nombrada en estas épocas 'reserva ovárica'".
En algunos casos, las condiciones médicas previas como hipertensión arterial, diabetes, o enfermedades autoinmunes, entre otras, pueden requerir de cuidados prenatales de mayor complejidad, o un abordaje conjunto e interdisciplinario y preparación para el embarazo.
La edad materna avanzada puede venir con complicaciones tempranas. Estas se presentan y se asocian con un mayor riesgo de abortos espontáneos, aumento de embarazos ectópicos o fuera del útero, así como anomalías cromosómicas o malformaciones congénitas. Cabe destacar que en la actualidad, la medicina cuenta con valiosas herramientas de diagnóstico prenatal, que aportan información clave para estas situaciones y entregan herramienas para saber cómo encarar el futuro.
En las embarazadas mayores de 40 es recomendable que la gestación sea acompañada con un mayor número de controles o con la sugerencia de algunos otros estudios prenatales, no pedidos en forma rutinaria, pero sugeridos frente a algunas condiciones. El control de la tensión arterial y del crecimiento fetal son pilares fundamentales, así como la pesquisa de diabetes gestacional. No obstante, algunas complicaciones tardías pueden asociarse con recién nacidos prematuros o con menor peso del esperado al nacer. La mayoría de los estudios muestran hoy que las mujeres mayores de 35 años tienen altas probabilidades de tener una cesárea, ya sea por las comorbilidades asociadas a su embarazo o bien por dificultades en la progresión del trabajo de parto.
Sin embargo, el control de embarazos en mujeres de más edad, es una tendencia creciente, que implica un gran trabajo en equipo. Es fundamental el correcto asesoramiento y control prenatal, para prevenir potenciales complicaciones y lograr embarazos seguros. La consulta preconcepcional hecha a tiempo, el asesoramiento sobre riesgos y métodos diagnósticos actuales, el examen ginecológico, entre otros, serán de enorme valor para el seguimiento de estos embarazos. Lo ideal es que cada mujer, cada pareja consulte con su ginecólogo u obstetra sobre sus dudas; el fortalecimiento del cuidado preconcepcional, pre y posnatal serán la mejor prevención en este camino.
Asesoró: Dra. Ariana F. Santillán, MN 161646, obstetra de Halitus Instituto Médico.