Todos o casi todos consideramos a las bananas como una fruta " práctica". Son fáciles de transportar, no se necesita nada para pelarlas, su pulpa suave y blanda se digiere fácilmente y además, es rica: de hecho, es una de las frutas preferidas de los argentinos, aunque su cultivo en el país es escaso.
Pero ¿Es la banana una fruta saludable, que aporta propiedades valiosas y se puede incluir en un plan de alimentación a conciencia? Si. Por años, se escuchó que su contenido en carbohidratos no la hacía conveniente para quienes quieren perder algunos kilos y que no era rica en nutrientes importantes, pero una revisión de sus propiedades afirma lo contrario.
Completa un desayuno
Una banana mediana contiene alrededor de 110 calorías, de las cuales la mayoría provienen de carbohidratos, entre ellos almidones y azúcares. Contiene fibra soluble, sobre todo pectina, que ralentiza la absorción de los azúcares, favorece el tránsito intestinal y es probiótica. De acuerdo con estos valores, media banana en el desayuno puede completar un desayuno con proteínas, como leche, yogur o queso.
Ideal para después de entrenar
También aporta potasio y magnesio, dos minerales que la hacen perfecta para luego de un entrenamiento físico, porque repone electrolitos perdidos durante el ejercicio. Y aunque las contiene en pequeñas cantidades, en una banana hay vitamina C, cobre y varias vitaminas del complejo B.
Una ayudita para dormir
Por otra parte, la banana contiene antioxidantes, en especial flavonoides, cuya acción protectora del organismo frente al estrés oxidativo es comprobada. También contiene triptofano, precursor de la melatonina y la serotonina, dos neurohormonas que intervienen para preparar el cuerpo para el sueño. Dicho esto, solo media banana es necesaria para mejorar el descanso.