Se calcula que un 30% de la población en la mayor parte de los países del mundo sufre de acidez estomacal, por lo que es uno de los motivos de consulta más comunes en la gastroenterología.
La acidez (pirosis) es esa sensación de quemazón que surge del estómago y que puede irradiarse desde esa zona hasta la garganta. Se puede producir por muchas circunstancias, pero las causas más habituales son los alimentos que aumentan la secreción ácida, como alimentos grasos, procesados, azucarados, picantes, bebidas gaseosas y/o comidas muy copiosas. También influyen en la aparición de acidez estomacal factores como estrés, el hábito de fumar, los medicamentos que consumimos, por ejemplo.
Hay que destacar que, si la acidez es recurrente y además causa otros síntomas como distensión abdominal, o náuseas, es imprescindible contar con un diagnóstico médico, ya que la acidez es un signo de que el estómago no está funcionando correctamente y el ácido gástrico puede provocar lesiones internas, tanto en las paredes de este órgano como en el esófago.
Si estamos con acidez, la dieta es fundamental para desinflamar el estómago. Debemos evitar el café y las bebidas que contengan cafeína, entre ellas el mate. También los cítricos, los alimentos muy azucarados, las gaseosas, las salsas con tomate cocido y el queso, sobre todo el gratinado. Contrariamente a lo que se dice, beber leche en medio de una crisis de acidez estomacal no es aconsejable. Sí puede aliviar el viejo y conocido bicarbonato de sodio, una cucharadita en medio vaso de agua, para neutralizar el exceso de ácido, pero es una solución pasajera.
Qué comer para bajar la acidez estomacal
El primer consejo y básico es tomar agua fría, un vaso completo, por ejemplo, para diluir el nivel de ácidos que hay en el estómago. Esto proporciona un alivio casi inmediato.
Todos los líquidos que consumamos si tenemos acidez deberían estar tibios a fríos, para no irritar los tejidos del estómago.
Manzana: rica en pectina, esta fruta puede dar alivio casi inmediato, sobre todo las variedades rojas. Se aconseja cortar una manzana en láminas finas e ir consumiéndola despacio. Media manzana después de comer puede colaborar en una mejor digestión de los alimentos.
Repollo: Muchas personas afirman que esta verdura cortada en láminas muy finas , consumida en ensalada sin vinagre, tiene un efecto antiinflamatorio sobre la mucosa gástrica. La ciencia lo avala, ya que el repollo contiene glutamina, que favorece la cicatrización de este tejido. El repollo también se puede licuar con un poco de agua y tomar de a sorbos.
Zapallo y zanahoria: estas dos verduras cocidas contienen mucílagos y betacarotenos, de efecto protector.
Avena: contiene una proporción alta de fibras solubles, que actúan formando un revestimiento en las paredes del estómago. debe consumirse con moderación porque también es alta en fibras insolubles y puede causar problemas intestinales.
Papa. Al vapor o hervida, es una excelente opción para comer si estamos afectados por acidez ya que se trata de un alimento neutro y rico en carbohidratos complejos. También existe un remedio popular para la acidez que es el líquido que resulta de rallar papas y escurrirlas. Se consume a cucharadas.
Bananas. En pequeñas cantidades, son convenientes, al igual que los duraznos. estas y todas las frutas deben estar maduras.