“Cuando nacieron mis mellis no me sentí insegura ni para bañarlos, cambiarles los pañales ni acunarlos, pero cortarles las uñas me aterrorizaba. Soy muy torpe y tenía miedo de lastimarlos así que esa tarea se la pasaba a mi marido que es mucho más paciente y habilidoso”, cuenta Susana, mamá de Lautaro y Camilo. Su temor no es infundado. Cortarle las uñas a un bebé cuando está contoneándose, moviéndose o intenta liberar sus manos de las nuestras parece una tarea imposible. Por otro lado, como sus uñas crecen muy rápido, si no las mantenemos cortas y suaves el bebé puede rasguñarse. Así que habrá que vencer el miedo, aprender a hacerlo y animarse.
Al momento de cortarle las uñas a los bebés se recomienda primero usar una lima de uñas finita, al menos las primeras 3/4 semanas, dado que las uñitas de los bebés están muy pegadas a los deditos, y se podría producir una herida al cortarlas y predisponer a infecciones. Luego se puede seguir usando limas o, con mucho cuidado una tijera de punta redonda o un alicate para bebés, los cuáles suelen tener “topes” para evitar lastimarlos. Es importante saber que aunque diminutos, las uñas de los bebés son muy filosas. Lo ideal es cortarlas en forma recta y limar las puntas para evitar arañazos.
No hay una forma mágica para cortar las 20 uñitas. Como algunos bebés son más inquitos un buen truco es cortarlas mientras duermen o toman la teta. Otro momento recomendado es luego del baño ya que las uñas están más blandas y fáciles de cortar. Algunos papás y mamás las cortan todas juntas, otros prefieren de a una mano o piecito por día. Para evitar arañazos se pueden cortar desde el primer día, siempre con cuidado porque el bebé se puede mover de forma inesperada.
Otras sugerencias para tener en cuenta:
- Las uñas de los pies crecen más lento y en general son muy suaves; con cortarlas una vez al mes es suficiente. Las de las manos se pueden cortar una vez por semana pero dependerá del ritmo de su crecimiento.
- Comprobar que la uña se haya separado de las yemas, la punta tendrá un color blanquecino en lugar de rosado.
- Al terminar, pasar nuestros dedos por las uñas del bebé para comprobar que no quedó ninguna punta. Si fuera así se puede limar un poquito con una lima suave especial para bebés.
- Limpiar sus manitos con una toallita húmeda, para evitar que algún resto de uña llegue a su boca u ojos.
Si a pesar de todos los cuidados y precauciones se produce algún pequeño corte, bastará con lavar la zona con agua y jabón. Después colocar una gasa limpia hasta que pare de sangrar. Y luego aplicar un pequeño apósito protector o dejar el dedo al aire libre. Si se procede así, no se suele infectar.
Para finalizar te contamos dos datos muy curiosos. Según la Asociación Americana de Pediatría, las uñas crecen aprox. 0.1 mm diario, y lo hacen con mayor rapidez en niños y jóvenes. Con los bebés da la impresión que crecen más rápido porque sus proporciones son muy pequeñas.
Otro dato que quizá no sabías es las uñas crecen desde el embarazo. En algunos recién nacidos, sobre todo en los que nacen después de las 40 semanas de gestación, las uñas sobresalen de los dedos. Al principio son frágiles y quebradizas. Pero después se hacen más fuertes.