PALABRAS DE ESPECIALISTA

Cuidados en casa para manos y labios más suaves

Qué alimentos mejoran la protección de estas zonas contra el frío y los trucos caseros que sí funcionan. Consejos de una dermatóloga.

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Cuando llega el frío es en la piel donde lo sentimos primero y hay dos zonas particularmente vulnerables que muchas veces olvidamos: las manos y los labios. No sólo porque están más expuestas, sino porque son herramientas de comunicación emocional y contacto humano. Cuidarlas no es sólo cuestión de estética: es también un acto de salud y conciencia corporal.

Las manos expresan. Acarician, saludan, trabajan. Los labios comunican: palabras, gestos, emociones. Ambos sufren especialmente con el frío: la sequedad ambiental, el uso constante de agua caliente, el alcohol en gel, los cambios de temperatura y hasta ciertos hábitos alimenticios pueden dañarlos profundamente.

Y aunque el instinto nos lleva a aplicar una crema o un bálsamo, muchas veces lo hacemos sin atención, como una rutina más. Tal vez sea hora de pensar el cuidado como un acto más holístico.

 

1. Hidratación que empieza por dentro

La piel se reseca más rápido en invierno, no solo por el clima, sino porque tomamos menos agua. Aunque no tengamos sed, el cuerpo sigue necesitando hidratación. ¿Un truco útil? Infusiones sin cafeína, caldos naturales, y agua con rodajas de fruta o jengibre para hacerlo más tentador.

2. Alimentos que nutren la piel

La salud de la piel también se cocina en la cocina. Algunos alimentos clave para fortalecer manos y labios desde adentro:

Ácidos grasos esenciales: presentes en palta, semillas de chía, nueces y pescados como el salmón.

Vitamina E: germen de trigo, espinaca, almendras.

Vitamina C: cítricos, kiwi, morrón rojo.

Zinc: vital para la reparación celular, presente en legumbres, semillas y cereales integrales.

Estos nutrientes ayudan a mantener la piel flexible, regenerarla y prevenir fisuras.

3. Cuidados caseros sí, pero con criterio

No todo lo casero es seguro. Algunos remedios populares pueden irritar o empeorar la situación, como el uso de limón o bicarbonato en zonas sensibles.

 Sí recomendados:

Baño tibio de manos: agua con avena y unas gotas de aceite de almendras. Dejar reposar por 10-15 minutos y luego aplicar crema humectante.

Mascarilla labial nocturna: mezclar una cucharadita de miel pura con unas gotas de aceite de coco. Aplicar antes de dormir.

Exfoliación suave una vez por semana: azúcar con aceite de oliva en labios o dorso de manos. Evitar si hay heridas abiertas.

 Evitar:

Usar productos con mentol, eucalipto o alcanfor en labios (pueden resecar más).

Guantes de lana en contacto directo con la piel: usar siempre un forro de algodón.

4. Yoga facial y ejercicios de manos: tonificar también es cuidar

El yoga facial mejora la circulación, ayuda a prevenir arrugas prematuras y alivia tensiones acumuladas en la mandíbula, los labios y la frente. Dedicar 5 minutos al día a movimientos conscientes del rostro puede marcar la diferencia.

También vale incluir ejercicios para manos: estiramientos, movilidad de dedos y masajes circulares ayudan a mantener la elasticidad de la piel y mejorar la circulación.

5. No todo se soluciona en casa: la importancia del seguimiento médico

Si las grietas, el ardor o la resequedad persisten, puede tratarse de afecciones como dermatitis de contacto, infecciones por hongos o deficiencias nutricionales. Consultar con un dermatólogo o clínico es clave para descartar problemas de fondo y recibir un tratamiento adecuado. La automedicación, incluso con productos naturales, puede agravar el cuadro.

 

Por la  Dra. Johanna Furlan – cirujana, especialista en medicina estética. MN122.975 – IG @drajohannafurlangraf