A medida que avanza la competencia, los desafíos se ponen cada vez más exigentes y aquellos aspirantes a pasteleros que no demuestren tener una base técnico y mucha concentración, salen perdiendo. Este miércoles fue prueba de ello: la propuesta era armar una torre de 25 centímetros de altura con shortbread.
El shortbread es una especie de galleta rectangular, con mucha manteca. En este caso, se pedía que además esté rellena con dos sabores diferentes y una cobertura.
La elaboración de las galletas en serie, no resultó una complicación para los concursantes aunque a la hora del armado, la cosa se puso picante. Paula, Carlos y Gianlucca fueron los primeros en ver el derrumbe total de su torta y no fueron los únicos. Acá, los momentos más frustrantes de la noche.
Independientemente del final, en general, los sabores estuvieron muy bien logrados pero eso al jurado no le importó y fueron implacables.