DESDE EL CORAZÓN

Emilia Mernes pasó por PH y conmovió al contar todo lo que sufrió en su etapa escolar

La cantante vivió una etapa compleja, que la marcó para toda la vida. Decidió contarla para que los chicos en la actualidad tomen conciencia.

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Escrito en TELEVISIÓN el

Emilia Mernes nació en Nogayá, Entre Ríos. Desde que tiene uso de razón entendió que su lugar estaba en la música, desde la primera guitarra que le regaló su abuelo. Si bien fue a la facultad cuando terminó el secundario, duró apenas unos meses. Apenas pudo incursionó en el mundo artístico empezó a crecer hasta convertirse en lo que es hoy.

Su bisagra fue su incursión como cantante de Rombai, el grupo uruguayo de cumbia pop que generó una verdadera revolución cuando apareció. Sin embargo, para llegar acá, vivió momentos complejos, en los que sufrió bullying.

Emilia pasó por PH: Podemos hablar, y habló de lo que vivió en su etapa escolar. Su primera incursión fue como modelo, para una marca importante. Contó que tuvo que viajar a Buenos Aires por unos días y su regreso a Entre Ríos fue un antes y u después con sus compañeras.

Una de ellas, que era una especie de líder del grado, también se presentó al mismo casting, pero no quedó seleccionada. Por eso, ella y su grupo empezaron a hacerle la vida imposible. “Me hicieron a un lado, se burlaban, no me hablaban”.

Sin embargo, hubo un momento complejo: “Un día que fui al baño, en el colegio, me sacaron una foto por debajo de la puerta y después la publicaron en Facebook. Por páginas que son anónimas, que no se sabe quien escribe, le mandaban mensajes a mi novio de ese entonces diciéndole cosas horribles de mí, le mandaban a mi familia, no estuvo bueno”.

“Por todo eso me cambiaron de colegio, pero ahí me encontré con Milagros”. Andy Kusnetzoff le preguntó quién era, y le respondió: “Una especie de líder que le molestaba mi existencia. Me azotaba, me tiraba la cartuchera, y nadie saltaba, nadie le decía nada y todos iban detrás de ella para no llevarle la contra”, confesó Mernes.

“También invitaba a todos a su casa, decía ‘después de terminar la clase nos vamos todos a casa a tomar mates, pero menos Emilia. Salíamos todos para el mismo lado, pero yo seguía para mi casa y veía como el resto doblaba”, agregó.

Para finalizar, dijo: “En un momento no aguanté más y lo conté en mi casa. Mi papá se fue a quejar, era un colegio de monjas, pero nadie hacía nada. Predican el catolicismo, pero comen santos y cagan diablos. Cuando terminamos el colegio me pidió perdón. La perdoné, pero fue algo que me marcó mucho”.