Dos meses después de que explotaran en los medios las denuncias de maltrato, acoso y violencia de parte de Antonio Laje a sus compañeros de trabajo y tras haberse tomado un mes completo de vacaciones, el periodista volvió a ponerse al frente de su programa en América.
Hace apenas unos días, el colectivo de Periodistas Argentinas había emitido un duro comunicado en el que recordaba todas las acusaciones que pesaban en contra de Laje y las situaciones irregulares que habrían sucedido dentro de la emisora. El objetivo era exigir que no se le permitiera volver a su puesto de trabajo hasta que la Justicia no tomara posición al respecto.
Sin embargo, y pese a que hubo algunas dudas sobre lo que podría ocurrir con él, Laje volvió. Con una amplia sonrisa y 'feliz por contar con un nuevo equipo', se tomó unos minutos para agradecerle a sus colegas Priscila Crivocapich y Eduardo Battaglia por haberle 'cuidado del lugar' durante su descanso.
El nuevo cuerpo de panelistas quedó conformado por Darío Mizrahi, Ramón Indart, Malena de los Ríos, Mariana Shaalo, Sergio Jalfin y Carlos Salerno.
Las denuncias
La bomba explotó en noviembre del año pasado cuando María Belén Ludueña quedó afuera del noticiero de América. Si bien ella se llamó a silencio en ese momento, los rumores sobre los malos tratos que habría recibido de parte de Antonio Laje eran muy fuertes. Las lágrimas de la periodista en su despedida y algunos comentarios hechos por lo bajo, demostraron que había 'algo más' que una salida en buenos términos.
Con el correr de los días, empezaron a surgir testimonios de muchas periodistas, ex compañeras de trabajo de Laje, que lo acusaban de ser 'agresivo, maltratador y con reacciones violentas´. También se dijo que era acosador. Florencia Vitelli y Eugenia Morea fueron las primeras en hablar y se sucedieron muchas otras, como Sofía Macaggi, Nancy Pazos y Melina Fleiderman también hicieron su aporte.
En televisión, Antonio Laje habló y lloró. Dijo que lo que otros tomaban como maltrato para él era exigencia, que pedía disculpas si alguno lo había tomado de otro modo... pero no convenció. Otros trabajadores de la redacción de América se sumaron a la movida 'no es exigencia es maltrato' y hasta se organizaron varias manifestaciones en la puerta de la emisora. Sin embargo, el Canal todavía lo respalda.