Mauricio Córdoba, quien salió en segundo puesto de Gran Hermano 3, el viernes por la noche tuvo una entrevista con Ángel de Brito y las angelitas y relató cómo le tocó vivir el afuera.
De Brito indagó sobre si había contado en la casa que tenía novia y amante. “Y, se enteró que me quería separar ahí”, respondió el hermanito y agregó: “Fui feliz porque la exposición en la televisión te genera un montón de cosas, la facilidad de poder relacionarte con mujeres, por ejemplo. En un boliche que ya no existe más, Sunset, a mí no me dejaban entrar antes de Gran Hermano, me rebotaban y cuando entré como Mauricio de Gran Hermano el mismo patovica que aquella vez no me había dejado entrar, me dijo: 'Sos un grande' y al vip directo. Es así, yo cuando me empecé a relacionarme con la gente del ambiente me saludaban, me decían que lindo, que bien, que buena persona que sos, todo y yo le decía vos me estás hablando porque yo estoy ahora en el vip´, porque si yo estuviera abajo y te quiero hablar a vos, no me das bola ni de casualidad”, declaró.
Consultado por el conductor sobre cuánto le duró la fama, el ex participante respondió: “Duró cuatro años, escondiéndome. Onda, yo andaba en skate y no me gustaba que me frenen. O sea en un momento donde no había celulares, donde no había esas cámaras digitales. Todavía estábamos con las cámaras de rollos, me cruzaban los autos, las bicicletas. Era una cosa que era demasiado para mí."
Ángel para ir más a fondo fue repasando los puntos a favor que había tenido el ex hermanito al ganar mujeres y fama y apuntó sobre si había ganado mucho dinero y el tatuador contestó: “Sí, con las presencias. Estuve cuatro años sin trabajar, o sea solo con las presencias. Recorrí la Argentina, conocí pueblos, provincias, me compré un auto. Después dejé pasar todo eso y tuve que volver a trabajar. Con los ahorros compré máquinas industriales que son bien caras y la flota necesaria para retomar el trabajo que tenía antes que era producir lencería femenina. Lo hice un tiempo más hasta que me agarró la mala, mala. Tuve un hijo, me separé de su madre que también estaba en los medios y quedé más pobre que todos".
En referencia a el sueño que tienen algunos integrantes del reality sobre un futuro en los medios. Mauricio sostuvo: “En mí caso me agarró Badía," dice mirando para arriba y haciendo una cruz con su manos, "y él me dijo yo no sé qué vas a hacer de tu vida, pero vos tenés algo que no todos tienen. Traspasás la cámara, yo te aconsejo que te quedes y yo hice todo lo contrario. Yo quería ser el pibe que andaba en skate que iba a todos los boliches “.
En relación a cómo le afecto la fama admitió: “Me afectó de día, de noche era un pez, estaba en costanera todas las noches, pero de día no, yo quería tener mí vida normal, que no me saluden”.
Sobre el momento que decidió dar un paso al costado Córdoba apuntó: “Cuando terminé el contrato con Telefé. Vos firmás un contrato y el contrato es -muestra con las manos lo grande que es- un libro así. Me encontré que no me gustaba que, por ejemplo, se enteraran los medios que había estado con una persona conocida y me toca ir a un programa de televisión. Había salido con Tamara Pettinato y yo tenía que ir al programa del padre y ya estaba incómodo. No fuimos novios con Tamara, pero pegamos muy buena onda y hasta el día de hoy charlamos. Me sentía incómodo porque hicieron todo un movimiento en el medio, que no lo recuerdo, que era menor de edad por unos meses, era una cosa que le pusieron un montón de condimentos. Entonces cuando yo no quiero ir al programa y me le planto a Telefé, me llaman, le digo que no, hasta que me llama el abogado y me dice vos firmaste un contrato y tuve que cumplir todo el año con el contrato”.
Sobre Pettinato, mencionó: “Yo tenía 22 años y para mí él todavía era el saxofonista de Sumo. Mi admiración iba por otro lado. Y claro, él 'alejate de mi hija y bla bla', no fue bueno. Después en el programa me quiso chicanear y yo no lo dejé. Y en el corte me dijo 'Dejame pasar una' y yo le dije 'vos querés hacer reír a partir de que me hacés sentir mal.' Con Tamara no, siempre fui al cumpleaños. Ella me expuso antes, hace un par de años. Contó que yo la llevé a un albergue transitorio en bicicleta. Y al otro día tenía a los medios en mí local de tatuajes. Era verdad lo que contó, yo había ido en bici, no iba a dejar mi bicicleta, es una gran aventura, nos reímos con eso".
Sobre si le ofrecieron hacer tele después de GH, Córdoba, expresó: “Telefé me tuvo un año más que todos los chicos. Y agregó: "La gente cuando me habla por Instagram y le respondo, se queda '¿cómo me está hablando?' Y no tiene nada de malo y hasta hablamos de Gran Hermano." Y ahí le hicieron recordar cuando había contado en la casa acerca de la cantidad de piercings, porque cada vez que sufría en la vida, se hacía uno. "Saqué todo y dejé este solo", sentenció.
También se hizo un tiempo para hablar del sufrimiento: “ Yo entré a Gran hermano, seguramente, porque la historia de vida era muy difícil. Yo había perdido a mi mamá recientemente, tenía una hermana, no tenía trabajo, no tenía casa, no tenía absolutamente nada. Tenía 22 años recién cumplidos, había venido recién de Estados Unidos. Calculo que por eso y el hecho de que te abandone tu papa. Me abandonó a los cuatro años. Lo más loco de todo esto es que 22 años después pasé lo mismo. La caída es muy fuerte, la busqué yo, porque no sentía que era lo mío. Calculo que si no, no sería tatuador y con eso soy feliz".