Si hay algo que caracteriza las audiciones de La Voz Argentina, es que son a ciegas. El jurado está de espaldas y tan solo escuchan al participante, sin saber cómo es ni mucho menos quién es. Esto le da una trasparencia para que no haya dudas ni sospechas de posibles arreglos, que una imagen cambie todo
Sucede que en más de una oportunidad se han presentado conocidos y hasta hijos de…, como Bianca Cherutti en la edición anterior o en esta edición, que estuvo Leonardo Centeno, un ex Cebollitas, que no pudo quedar. En esta oportunidad se presentó Wayra Iglesias, hija de Gabriel Tete Iglesias, bajista de La Renga.
“Mi nombre es Wayra Iglesias, tengo 18 años y soy de Parque Avellaneda”, le contó en la presentación a Marley, minutos antes de salir al escenario. Ante de eso, habló de su pasión por la música y cómo nació: “Me crié en un entorno musical, literalmente desde la panza, un día antes de tenerme mi mamá fue a un ensayo. La música está presente desde el día uno”.
Si bien tiene experiencia –contó que se subió a un escenario a los 8 años- hay ciertas inseguridades que se ponen por delante, pero que quiere romper. “Mi primer recital fue en una muestra de canto. Siempre supe que quería ser esto, desde chica en los shows de papá decía ‘quiero esto’, ‘no sé cómo voy a conseguirlo pero lo quiero’”.
“Empecé canto y piano. Siempre fui insegura conmigo con mi voz, entré tímida y pensé que lo había hecho horrible, cuando terminé me dijeron que canté directo al alma y ahí la música empezó a significar otra cosa”, agregó la joven, con sus nervios a flor de piel.
Wayra interpretó Amor imposible y, lamentablemente para ella, ninguno del jurado se dio vuelta. Sin embargo, los elogios estuvieron a la orden. “Tienes mucho futuro, calculo que no vas a pensar que esto fue un fracaso en tu vida, esto es un paso que hoy no sucedió, pero que te va a servir de experiencia para cuando regreses, y la nota final fue exacta pero durante la canción hubo mucho divague, no se sostuvo la entonación y la afinación y es un paso definitivo”, le devolvió Ricardo Montaner.