Todo comenzó cuando, el pasado cinco de agosto, Viviana Canosa se negó a salir al aire luego de que las autoridades del canal le prohibieran emitir un informe sobre Sergio Massa. A raíz de esta situación, la conductora decidió renunciar a su ciclo Viviana con vos (A24).
Pocos días después de esta incómoda situación, Canosa escribió un descargo en el que explicó los motivos de su decisión: "Esta noche ha terminado nuestro ciclo Viviana con vos por A24. Hemos tenido diferencias con el canal en cuanto a la noción de libertad de expresión. Creemos que defender la libertad es también defender una institución básica".
"Agradecemos a A24 por darnos pantalla durante un año y medio. Y a todos los trabajadores del canal por la calidad de su trabajo y su cariño. Podemos estar acertados o equivocados. Pero siempre libres y dignos. Gracias a ustedes por acompañarnos cada noche", agregó.
Luego de esto, Daniel Vila, una de las autoridades del canal, decidió emitir el programa de Viviana pero, en su lugar, había una silla vacía. Esta imagen estuvo al aire por varios minutos.
Por su parte, consultada por este escándalo, Marina Calabró salió en defensa de su colega: "Me parece que cuando a un periodista se le impide poner al aire un material se está ejerciendo censura previa sobre ese periodista. Me parece que ella lo explicó claramente en su descargo y lo que dice es inapelable".
"La libertad de expresión es un valor consagrado por la Constitución Nacional, es constitutivo de la democracia. No podemos discutir lo que ya está resuelto, lo indiscutible. Me parece que está todo muy claro lo que pasó", añadió.
"¿Viste lo que pasó con el programa, con la silla vacía?", le consultó uno de los noteros de Socios del Espectáculo. Dando su punto de vista, la periodista opinó: "Me parece que se quiso hacer un operativo 'nos tiramos un poco de lavandina'. También entiendo que está en el borde de la falta de respeto porque si hay una profesional que se sintió censurada, que tuvo que dejar su lugar de trabajo porque no podía aceptar los condicionamientos. Usar la silla vacía como un recurso teatral y hacer gala de una libertad de expresión que evidentemente no tuvo sino estaría ahí".
"Midió bien el programa", acotó el notero. Finalmente, de forma crítica, Calabró cerró: "Sí, midió bien porque la expectativa del público era lógica. ¿Volverá Viviana? ¿No volverá? ¿Qué dirán los que la reemplacen? ¿Quién podrá la cara? Me parece que eso despierta un morbo pero es pan para hoy y hambre para mañana para el canal".
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