Hace un mes se conoció que la cantante Rocío Quiroz fue estafada por el abogado que le presentó Moria Casán. Un verdadero drama, sobre todo porque la circunstancia, por lo que había vivido la artista anterior a eso y que la llevó a aceptar sea ayuda por el letrado Gerardo Sánchez Ibarra, que en principio parecía no tener doble intención.
Recapitulando, en 2019 un temporal que azotó la ciudad de Chascomús derribó la casa que se estaba haciendo junto a su novio. Faltaba muy poco para finalizar la obra cuando fuertes ráfagas de viento derribaron su ilusión. Era una época en la que ella estaba en ShowMatch, en el Cantando 2019, y Moria era parte del jurado.
Todo esto salió al aire, incluso la artista lo presentó y en ese momento hizo su ingreso. Con el tiempo se supo que cumplió con la entrega de materiales por un millón de pesos, pero después de aprovechó de la confianza, les ofreció un negocio y allí se produjo la estafa de la cual la artista siempre dijo tener pruebas.
Claro, Casán quedó en el ojo de la tormenta y un notero de LAM se la cruzó y le consultó por eso, lo que despertó toda su ira. “No tengo la menor idea. Yo no lo conozco”, comenzó, con cara de pocos amigos. Enseguida dio su versión de los hechos: “Mientras estaba en el jurado del Cantando me llamó un chico que hizo de nexo. Me dijo: ‘Hay un señor que se ofrece a hacerle la casa a Rocío’”.
“Enseguida se pusieron de acuerdo. Hasta lo que yo seguí del proceso, él le dio un millón de pesos en materiales y eso se lo llevó a su casa. Estuve siguiendo el caso hasta que llegó todo a Chascomús. Después, qué pasó entre ellos, no tengo la menor idea”, informó ya con un tono desafiante para enseguida ir al hueso.
“Me parece una gran mala leche que estén todo el tiempo pensando que yo lo presenté. Yo no presenté a nadie. ¡Me parece lamentable! Yo solamente estoy haciendo un favor. No tengo nada que ver, traté de hacer el bien”, dijo y ante la insistencia, cerró: “Basta, no me rompan más las pelotas y busquen mierda en otro lado que acá no la van a encontrar”.