Ariel es uno de los participantes que entró hace poco a la casa de Gran Hermano. El parrillero era uno de los jugadores suplentes y ingresó a la casa junto con Camila. Si bien la joven pianista ya pudo hacer buenas migas con las chica y con Alfa, Ariel sigue sin encontrar su grupo de pertenencia y a menudo se lo ve muy solo.
Para colmo, el parrillero no para de pelearse con Alfa día y noche. Walter hasta le pidió encarecidamente que no le hable nunca más y Ariel parece que no lo entiende o juega a sacarlo de sus casillas, porque sigue intentando acercarse a él.
Pero este no es el único motivo de angustia de Ariel dentro de la casa. El parrillero ya fue nominado varias veces por sus compañeros y logró pasar placas muy difíciles. Ahora, Ariel está nominado junto a Nacho y a Maxi y cree que se va a terminar yendo él en la gala de eliminación de esta noche.
Este posible hecho lo hizo reflexionar y terminó llorando en la cocina. En medio de su crisis, le hizo un pedido muy especial a Maxi: "Si quedamos pata y pata, prometeme que si yo quedo afuera, me abrazás. Y yo hago lo mismo con vos, te lo prometo".
"¿Qué?", le dijo el cordobés, sin entender del todo la propuesta. "Lo primero que hay que hacer... El que se va, hay que abrazarlo al toque", insistió Ariel, entre lágrimas.
"Si, hermano, obvio. Quedate tranquilo que va a ser lo mejor. Como el Cone. ¿Viste la reacción del Cone? Te fue a abrazar y eso que se iba él", fue la cálida respuesta de Maxi. "Hay que abrazarse mucho", finalizó Ariel, visiblemente triste.