Cada vez falta menos para la gran final de “Gran Hermano” y los participantes comienzan a verse afectados por el encierro. Ya llevan más de tres meses en competencia y la convivencia comienza a jugar un factor fundamental entre ellos.
Este lunes, Santiago del Moro habló con todos los concursantes y en un momento le preguntó específicamente a Julieta Poggio, que en los últimos días se la vio un poco angustiada, qué es lo bueno y lo malo de estar en el reality.
"Para mí la experiencia es positiva. Superé mis propias expectativas. No pensé que iba a llegar tan lejos. Eso me pone súper feliz", aseguró Poggio y explicó: "Es como una casa mágica. Te encierra en una habitación y nos hacen una pool party. Te encierran de nuevo, se va la pool party. Desordenamos todo, nos encierran y todo ordenado. Es una casa de ensueño. Es vivir momentos únicos".
En cuanto a la parte negativa, detalló: "Lo que más me costó es que acá nada es chiquito. Cualquier cosa es un problema gigante. Todo. Y yo también me hago mucho la cabeza. Maquino. A veces no puedo dormir, lloro. Acá todo es grande".
"El otro día nos peleamos con Nacho por lavar los platos, como si fuéramos hermanos, y después te quedás mal. Verte la cara, todo el tiempo. Es discutir y tener que verte. Es una convivencia", siguió Julieta mostrando que el día a día ya les está costando cada vez más.
En tanto, la influencer de 21 años, cerró: "Eso es lo difícil, porque no podés pelearte con alguien y salir a despejarte, a tomar aire, y volver más tranquilo. Es estar todo el tiempo. Eso es lo más difícil para mí".