Cuando Santiago del Moro anunció que los participantes de GH iban a ingresar a la casa los familiares de los participantes y que, además, iban a permanecer un tiempo en el juego, el público enloqueció. Si bien algunos celebraron la idea, la gran mayoría cuestionó la decisión ya que sentían que se perdía por completo el aislamiento y así, la esencia del reality.
De todos modos, el plan siguió su curso, los jugadores se mostraron muy emocionados y con las energías renovadas. Sobre todo esto se habló el martes en el debate donde además se analizaron cada una de las reacciones de los chicos. Al final, llegaron a la conclusión de que se les había dado una inyección de energía y motivación para seguir hasta el final de la competencia, prevista para el mes de abril.
El que vio todo esto con otros ojos fue Ceferino Reato. El panelista fue tan ácido como sincero a la hora de evaluar el ingreso de los familiares: "Entraron a jugar porque la casa se había caído después de esa placa, que fue casi una final, entre Romina y Alfa, la casa se tornó aburrida".
Sin dar crédito a lo que escuchaba, Marisa Brel intentó contradecirlo pero Reato no se amilanó: "Habían entrado en un buenismo muy aburrido. Si la casa hubiera estado esplendorosa, no hubiera ingresado nadie".
Del Moro intervino bastante incómodo y explicó que este ingreso estaba previsto desde mucho antes de la salida de Alfa pero el panelista no se inmutó: "Para mí, la casa estaba aburrida. Es mi opinión".