Uno de los momentos más esperados llegó para Romina Uhrig quien se reencontró con sus hijas pero dentro de la casa de “Gran Hermano” tras cinco meses sin verlas.
Luego de charlar, jugar, compartir y todo repleto de besos y abrazos, la producción le avisó a la participante que la hora terminó y Romina se tuvo que despedir de sus tres hijas Mia, Felicitas y Nina.
Es que las tres mejores ingresaron al reality junto a Marita que es la niñera que las cuida para saludar a su mamá después de varios meses lejos aunque ellas la ven a Romina por TV todos los días.
Cuando el tiempo se terminó y le pidieron a Romina que se despidiera de sus hijas, la concursante no pudo aguantar las lágrimas y se quebró. En ese momento, Feli, su hija del medio, le preguntó inocentemente: "¿Por qué estás llorando mami?".
Claro está que Uhrig no quiso preocupar a sus hijas con lo cual les contestó: "No estoy llorando. Me duele un poquito la panza. ¿Sabés que te amo? ¿Me ves todos los días?", indagó.
"Sí", le dijo Felicitas a Romina quien le pidió a Mía, su hija mayor, que siga cuidando de sus hermanitas menores. "Cuidalas. Y portate bien. Andá a estar con las nenas, en la casa. Está con ellas", insistió la concursante.