La pasada noche del jueves, se vivió uno de los momentos más emotivos de esta edición de MasterChef cuando Juan Francisco, uno de los participantes, abrió su corazón y habló sobre su familia.
"¿Qué tenemos acá?", preguntó Damián Betular al ver llegar al joven con su plato. "Es una milanesa de pollo napolitana con papas rejilla", detalló.
Luego de esto, Juan Francisco expresó: "Mis abuelos nos cuidaban (cuando éramos chicos) porque mi vieja laburaba. Mi papá falleció cuando yo era chiquito. La verdad es que mi abuela no cocinaba para nada bien. Abuela, yo te amé con el alma, perdoname, pero cocinabas un desastre. Mi ilusión era siempre ir de vacaciones y en el restaurante pedir suprema de pollo a la napolitana. Hoy no había suprema e hice milanesa de pollo".
Tras escucharlo, Damián Betular probó la comida y lo felicitó: "Juan Francisco, yo no te conozco tanto pero sos muy transparente y elegiste hacer algo que no es pretencioso pero que, cuando mordés el bocado de la milanesa, todo tiene un gusto que me transporta a la infancia. Las papas están perfectamente ejecutadas pero, para mí,la salsa es lo que define que este plato sea una napolitana de la niñez".
"Los sabores, tus emociones. Esa magia que sucede cuando cocinamos bien. Es un plato sincero. Tal cual como el cuento de tu vida, que nos contaste", coincidió Donato de Santis.
"Estoy feliz de haber podido traer a mi familia acá a MasterChef. Pase lo que pase, estoy súper feliz", respondió emocionado el participante. "¿Cocinaste con el corazón hoy?", le preguntó Wanda Nara.
"Sí, intenté transportarme a ese momento en el que nos sentábamos con mi vieja, mis dos hermanos y mis dos abuelos maternos. Nos íbamos siempre a Miramar, a una casa que nos prestaban. Me transporta a eso. Mis dos abuelos no están más. Por suerte, mi mamá sí. Nosotros nos criamos con ellos y con mi vieja. Pero mi mamá siempre trabajó mucho", recordó Juan Francisco.
Finalmente, la conductora le consultó si había algo que quisiera decirle a su mamá. Visiblemente emocionado, el joven expuso: "No quiero que después digan que lloro por todo pero mi vieja es lo más grande que hay. Ella se quedó sola cuando yo tenía un año y, con mi hermano de ocho y mi otro hermano de tres... Me cuesta un montón ser cariñoso con ella. Sólo decirle que la quiero un montón y que gracias por todo lo que dio por nosotros tres".
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