Todo empezó cuando Rodrigo se acercó a los jurados de MasterChef para presentarles su versión del Nino Bergese (raviolón relleno) con hierbas.
Al ver el plato, Damián Betular le preguntó crítico: "¿No hacés pastas en tu casa?" "Sí, pero acá me da un poco de vergüenza presentarles pastas", respondió el participante.
"Sabés que hay dos cosas que me molestan. Yo prefiero alguien no se si pedante pero sí con el ego alto. Prefiero esa actitud que la falsa modestia", retrucó filoso el jurado.
Aún más picante, Rodrigo lo chicaneó: "No es falsa pero bueno, capaz no es un valor que yo tenga la egolatría. Sé que capaz en este ambiente va muy bien".
Perdiendo la paciencia, Germán Martitegui consultó: "¿Cuál es este ambiente?" Nervioso, el joven contestó: "Uy, para qué me meto en esto. Digamos que, normalmente, se cree que los chefs son medio..."
"¿Medio qué?", lo apuró Donato De Santis. "¿Falsos?", acotó Wanda Nara. Por su parte, desde el fondo, Rodolfo, otro de los participantes, sumó: "Egocéntricos".
"Ahí está, ahí me ayudó Rudy", dijo Rodrigo aceptando que su compañero había dado en la tecla. "Al contrario, no creo", lanzó Donato.
"No lo digo por ustedes pero es algo que se cree normalmente", insistió Rodrigo. Enojado, Martitegui retomó la palabra: "La próxima vez que vayas a un restaurante después de decir que todos los chefs de Argentina..."
Finalmente, queriendo detener la pelea, el participante cerró: "Yo no digo que sean todos los chefs. Es como que dicen que 'todos los cordobeces son buena onda'. Eso no quiere decir que todos lo sean".
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