En las últimas horas, Gladys, la Bomba Tucumana, estuvo como invitada en 'Secretos verdaderos', el programa que conduce Luis Ventura. Allí, habló de todo: de sus inicios, de el hate que recibe en las redes y de su dura infancia.
"Vos hablaste de una infancia no tan feliz, ¿por qué?", quiso saber el conductor. "Mi mamá es todo en mi vida, fue mi pilar, mío y de mis hermanos. Llegué a estar hasta distanciada de mi hermanita Olga que ya no está. No quiero llorar, ese es el problema...", se sinceró la artista.
"No entiendo por qué no podés llorar. A mí mis hijos me enseñaron a llorar", la consoló Ventura. "Mi hijo me enseñó tantas cosas. En este último tiempo fue mi hombro para que yo llore muchísimo por esto que te conté, que me separé hace poco. Y él ha sido todo en mi vida. Me enseñó que puedo llorar en su hombro. Yo le decía 'hijito, perdoname por llorar en tu hombro. Yo debería ponerte el hombro. Nunca me trajiste un problema'. Es un hijo tan maravilloso y yo lloro como ua loca y le pido perdón", confesó la cantante, entre lágrimas.
"Él me dice 'mami, sos humana y cómo no vas a poder llorar conmigo. Soy tu hijo y te amo, podés hacerlo cuando quieras. No tenés por qué ser vos la que me ponga el hombro siempre'. Todo este tiempo, él ha estado muy pendiente de mí por esto que estoy viviendo ahora", agregó.
Acto seguido, hizo su descargo: "Yo la pasé feo pero ya no me gusta llorar. No lo hacía hace un montón de tiempo... Tuve una infancia muy fea porque fui una niña muy maltratada, fui golpeada horriblemente. Era una bebé, una chiquita de 3 o 4 años. Mi mamá se fue de la casa en la que vivía con mi papá. Yo casi no me acuerdo de él porque le tenía bronca. Después cuando fueron pasando los años dije 'voy a intentar perdonarlo'".
"Viví golpes, cinturonazos con hebillas. Venía él y pum. Yo era la más chiquita de todos mis hermanos", siguió contando. "¿Te explicó alguna vez por qué?", quiso saber Ventura. "No, nunca. Murió a los 42 años, era policía. Para todos fue un héroe y para mí, aunque es doloroso decirlo, no lo fue", explicó Gladys.
"Fue muy cruel. A mí me ponían en penitencia con 3 años de vida en maíz, en un rincón. Me arrodillaban ahí por horas, a mí y a mis hermanos. Cuando me levantaba tenía sangre en las rodillitas. Yo pensé que mi mamá nos había abandonado y no, se había escapado. Yo vi cada cosa que él le hizo a mi madre. Nosotros queríamos abrir la puerta del baño y no podíamos, ella estaba desmayada en el piso. Le pedíamos a los vecinos que nos ayudáramos", relató desolada.