En el mundo del espectáculo aun sigue latente la muerte de Mariano Caprarola, que pone sobre la mesa, una vez más, el nombre de Aníbal Lotocki. Ocurre que a esto se le suma la reciente internación de otras de sus pacientes, Gabriela Trenchi, y la endeble salud de Silvina Luna, por sumar tan solo tres casos conocidos de tantos otros pacientes que pasaron por sus manos.
Y si bien Lotocki venía haciendo una vida normal, hasta yendo a eventos, desde el fallecimiento del productor de moda se había resguardado, hasta la tarde de este miércoles, que Intrusos lo encontró saliendo de su casa, en Vicente López. Es una de las voces más esperadas, pero eligió el hermetismo.
Cuando el cirujano ya estaba en su auto, el periodista intentó dialogar con él, pero fue en vano. “Aníbal, ¿podemos hablar un segundo? Aníbal, un segundo nada más ¿Podemos hablar?”, le preguntó el notero a Lotocki, que en ningún momento bajó la ventanilla.
Lejos de hacerse cargo, puso en marcha su auto de alta gama, su Mercedes Benz color negro, y salió del lugar raudamente. “De esta manera Aníbal Lotocki se retira de su domicilio sin querer hacer declaraciones. Intrusos intentó hablar con él y no quiso”, cerró la nota.
Al regresar al piso, incrédula por lo que está pasando, Florencia De La V, comentó: “Lo que me sorprende es que él está libre, él puede transitar, él se puede subir a su auto, pasear por la ciudad de Buenos Aires, y Silvina Luna está postrada en una cama en el Hospital Italiano. La verdad que no puedo creerlo”.