Tras su impactante denuncia contra la ex novia de su padre, el periodista Diego Esteves volvió a abrir su corazón para compartir un nuevo recuerdo de su infancia en A la tarde (América TV) y no pudo evitar quebrar en llanto frente a la conductora Karina Mazzocco, y sus colegas.
Todo comenzó a partir del relato de Jimena Campisi, que reclama por la cuota alimentaria del hijo que tuvo con Tomás Costantini y en medio del debate que se generó en el ciclo televisivo, el panelista compartió detalles de su niñez que lo dejaron al borde de las lágrimas.
Según contó, su madre se enamoró de un brasileño durante el Mundial del '78 y se mudó a Río de Janeiro: "Yo nazco en el año 82. Ella, cansada de la ausencia de mi viejo, que era periodista y viajaba mucho, decide venir a la Argentina. Y no sé cómo logra una autorización de un juez y me sacó del país. Yo tenía 2 años y me acuerdo que cruzamos por Paraguay".
En esta misma línea, Diego remarcó que su padre “era un tipo conflictivo con los vínculos” y aclaró que lejos de no tener una relación, él era su segundo hijo e incluso, “el único con el que había tenido una relación tan cercana”.
Además, el periodista manifestó que sus abuelas tuvieron un rol fundamental en su niñez porque en aquellos épocas su papá movió sus contactos con el objetivo de iniciarle un juicio al juez que autorizó su salida del país. “Mi abuela intervino y le dice: 'está en buenas manos, dejalo con su mamá, que es el mejor lugar donde puede estar, vamos a ver la manera de que lo puedas ver'. Mis abuelas venían de Brasil a buscarme y yo viajaba para ver a mi papá. Siempre lo vi poco, pero tuve un vínculo inmejorable", expresó.
De esta manera, visiblemente conmocionado, Esteves señaló que no entiende la ausencia de Tomás Costantini en la vida de su hijo. "Mi abuela se murió pidiéndole a mi viejo: 'vos le tenés que comprar una casa en Argentina'. Teníamos una vida de clase media y no nos faltó nada, pero alquilábamos y llegábamos justo a fin de mes”, rememoró.
“Mi viejo un día, aprovechando las vicisitudes de la economía argentina, nos compró una casa y tuvimos nuestro techo. Tuve un papá. Poco tiempo. Y siempre digo: importa más la calidad que la cantidad de tiempo compartido", concluyó.