En 2019, Fabio La Mole Moli fue denunciado por quien por entonces era su pareja, Marta La Negra Galiano por maltrato psicológico y golpes. Recién a mediados de 2023 hubo novedades, cuando el juez que estuvo en el caso le dio 2 años y 8 meses de presión, excarcelable, por no superar los 3 años. Pero con ciertas restricciones que no se están cumpliendo, según ella.
Por lo pronto, La Moli se mudó a 50 metros, y La Negra asegura que cada tanto se le aparece en su casa pese a que él formó nueva pareja ya desde antes de alejarse de ella. El tiempo pasa y ella sigue padeciendo, la violación de la perimetral y la falta de ineficacia por parte de la Justicia. Atraviesa un verdadero calvario y por eso volvió a hablar del tema.
UN desgarrador relato en A la tarde que llevó a que la periodista Paula Galloni se quebrara emocionalmente al escucharla. Primero, contó que el domingo pasado, a las 7 de la mañana, se la apareció en su casa e ingresó. “Vino bien, preguntándome cómo estaba, pero él no tiene que estar ahí (en su casa). Se lo dije y me dijo que me extraña, que quiere volver conmigo”, comenzó.
Luego, agregó que eso es recurrente, que hace una semana atrás la fue a buscar a la casa de su hermano, y que cuando la ve, sea donde sea, se le acerca. “Él no ve la hora de que termine la restricción porque se quiere juntar, me extraña”, contó y aseguró que ella no quiere saber nada.
A raíz de todo esto, por el poder de convencimiento que tiene Moli, Galiano no puede ver a sus hijos. Concretamente, se refirió a Paloma, que vive con él. Fabio le dice que si quiere tener contacto, que vaya a su casa a verla, la estaría extorsionando con eso. “Hace un año y tres meses que no puedo verla, y la tengo a media cuadra a la chica”, dijo.
“Ella vive con Melina, mi otra hija, que está enojada conmigo por la denuncia que le hice al padre, me dice que yo estoy enferma. Lo único que le pido es que me mande a Paloma, quiero verla aunque sea 5 minutos. Yo soy la madre, cuando yo me hablo con el padre la puede ver a la chica”, describió entre lágrimas.
Contó que cuando ella le ganó a Rocío Marengo en el Bailando, de regreso de Buenos Aires a Córdoba la fue golpeando. “Llegué con las piernas negras a Córdoba. Me golpeaba porque decía que yo me hacía la linda”, confesó.
“Par a mi fue un infierno. Para ustedes (el que lo veía por televisión) era una cosa, pero para mí era otra. Toda la vida fue así. La gente no tiene ni idea la mugre de persona que es este tipo…él destruyó la familia por tapar (que tenía una familia paralela)”, dijo y enseguida, mirando a cámara, agregó: “Destruiste una familia que yo cuidé”.
A continuación, Luis Ventura le preguntó por el último recuerdo feliz al lado de Moli, y contestó: “Cuando tuve a mis hijos, pero ni eso, porque tenía que andar buscándolo y que dejara de chupara para poder bautizar a mis hijos”.
Por otro lado, volvió a hablar de su hija Marina, de quien Moli desconfía que sea su hija. Se lo dijo a ella y a la propia joven. La Negra le ofreció un ADN para que se quedara tranquilo, pero él nunca se lo quiso hacer. “Las palizas que me pegaba por eso, si ella no hubiese sido hija de él, ¿vos pensás que yo estaría viva?”.
“Me molía a golpes todos los días, y mis viejos me decían. Es un hijo de mil p…violento, que me destruyó la familia completa por tapar una mugre, porque las criaturas no tienen la culpa de haber venido a este mundo con el inmundo padre que tienen, que ahora lo están conociendo. Ellos vivieron peor que yo la violencia”, subrayó Marta.
“De Marina decía que no era suya, y tiene el mismo color de ojos que él, y es gringa, no la voy a teñir. Y cuando nació Paloma, que es morocha, me decía: ‘Te la voy a mandar con tus hermanos, los negros allá, porque yo negra no voy a criar, y sino la llevo atrás, en el baúl. Es un enfermo. Tenía un palo y me pegaba con ese palo”, fue otro fragmento del cruel relató.
Luego, la penelista Paula Galloni se quebró emocionalmente cuando La Negra soltó: “18 años después me enteré que tenía dos hijos más, que tenía otra familia. Seguí con él porque Marina los descubrió, cuando le pegaba a su otra mujer. Si yo hacía algo me la mataba. A partir de ahí se me volvió alcohólica, se me empestilló. Le tuvieron que hacer lavaje de estómago, le avisé y me respondió: ‘Si se quiere matar la ahorco y listo”.