En 2021, Sabrina Rojas le puso fin a su vínculo con Luciano Castro que dio como fruto a sus dos hijos en común, Esperanza y Fausto. Y desde ese momento, los actores tomaron caminos diferentes. Por su parte, ella empezó a salir con el locutor el Tucu López mientras que él apostó por una relación con la actriz Flor Vigna. Y a más de dos años de la separación, la actriz reveló cómo vivió su primera noche sola tras la separación.
En diálogo con Adrián Pallares y Rodrigo Lussich, conductores de Socios del Espectáculo Sabrina compartió que “se separó con mucho dolor”. “Sentía que no me iba a poder volver a enamorar porque lo hice sintiendo que lo amaba, pero era un duelo que venía elaborando mucho tiempo antes”, aseguró la actriz.
Luego, Rojas destacó que el desgaste previo que ya existía en la relación hizo que la ruptura “no fuera dramática de resolver”. “Pero el dolor, yo sentí que me moría”, reconoció. En este sentido, Paula Varela quiso saber: “¿Y cómo fue la primera noche sola? La primera noche ya separada que él se fue con el bolsito”. Entonces, Sabrina se mostró movilizada al responder: “No lo sabés, la tristeza. La primera vez que dejé a mis hijos en su casa eso fue lo peor”.
“¡Ay, chicos, lloro! ¡No quiero llorar! Te juro que lo cuento y es como algo corporal que se me vuelve”, expresó la actriz, conmovida y con la voz entrecortada para luego compartir los sentimientos que la interpelaron al tener que llevar a sus hijos a la casa del actor cuando ya estaban separados: “Dejarlos con la mochila en su casa. Y chau. Y decir, ¿qué hicimos? ¿Qué pasó? ¿Por qué llegamos a esto?”.
En la misma línea, Rojas analizó que “después, cuando duelas, te das cuenta que la parte buena de estar separada es que hay dos o tres días que estás sin hijos y te dedicas a vos”. “Pero duele llegar a tu casa y que las luces estén apagadas. Porque no hay nadie. No hay ruido, no hay nada. Y ahí aparece el vacío”, sumó.
Por otro lado, Sabrina recordó cuál fue el punto de inflexión que la ayudó a darse cuenta que ya no quería estar junto a Castro: "Me pasó que el último tiempo sentía sus ruidos y decía: 'Ay Dios mío, quiero que se vaya'. Supongo que a él también le pasaba conmigo, no es que me hago la empoderada, seguramente él también tenía como una necesidad de salir de ahí".