Furia, la más polémica de Gran Hermano, unió a todos hace dos meses cuando contó que le habían diagnosticado leucemia. Más allá de eso, los médicos que la atendieron dejaron que siga en la casa, pero monitoreada. Sin ir más lejos, ella tenía un presupuesto especial porque tiene que comer sin saltearse comidas.
Ahora, Juliana contó novedades que llevaron tranquilidad a los dos bandos. Quienes la apoyan y quienes no se unieron en esta tranquilidad. Sin ir más lejos, en pleno desayuno, decidió hablarle a sus compañeros para contarles la buenas nuevas.
“Quiero decir algo que no sé si puedo decir porque no sé si se puede”, comentó y se frenó. Bautista le pidió que lo diga, y allí soltó: “Bueno gente…me volví a hacer el chequeo y me dio excelente”.
Luego de hablarle a los jugadores, miró a la cámara: “Así que nada, mi hermana que es la que más me preocupa que esté tranquila, que igualmente seguro te habrán informado…Puedo seguir en carrera, y el lifocito está ahí, amiga. No se fue, así que lo siento por la gente que quiere ver morirme. ¡No!”.
“¡Todavía no me toca, amigo!”, soltó con la euforia que la característica. Uno de los primeros en acercarse fue Martín Ku, que se le puso al lado y le acarició la espalda, y una palmadita, en señal de tranquilidad.