La información se repite y usted seguramente no sabe si esto lo leyó o si se trata de algo nuevo. Es que una vez más Furia está en el centro de la escena en Gran Hermano, y por lo mismo de siempre. Por sus actitudes violentas que no son tratadas de la misma manera que cuando pasa con el resto.
Ahora ingresaron los participantes eliminados para nominar -fueron los que armaron la placa de esta semana-, y Juliana los recibió a todos a puro insulto, con gestos y comentarios repudiables, como a Coty Romero, hablando de su cuerpo, por ejemplo. Hubo un reto, le pidieron que se controle.
Ahora, se supo que Gran Hermano la llamó una vez más al confesionario y le pidió que bajara cambios. Esto ya pasó en otras oportunidades, pero los tiene de hijo. Los maneja ella, según Ángel De Brito, porque tienen miedo de lo que pueda decir cuando salga.
¿Cómo se supo? Porque se lo contó a Nicolás y Emmanuel. “Es un montón lo que me están pidiendo, que no diga malas palabras”, se descargó. “¿De vuelta te lo dijeron?”, agregó Nico, entre risas.
La charla quedó ahí, porque rápidamente la cámara se fue para otro lado, para que el televidente no siga escuchando y viendo esa escena. Pusieron otro plano, en el que estaba Virginia, sin hacer nada.