Nicolás Grosman, mucho más tranquilo luego de llegar a la final de Gran Hermano y el tercer puesto que consiguió, va sacando a la luz sus vivencias. Por ejemplo, contó cuál fue la situación dentro de la casa que le generó escalofrío, el miedo latente de quedar afuera si es que el público tomaba una situación determinada en su contra.
“El momento que me hizo más ruido fue cuando se vio el complot, hablando con los chicos, y volvimos a la casa y por ahí la casa me vio jugar de una forma que por ahí cayó como un balde de agua fría”, comentó en Cortá por Lozano.
“Recibir toda la información de mis amigos, los chicos de la casa, de cosas que por ahí solamente hablaba con Bauti, con Chino, con Licha…ese complot que andá a saber, fue terrible. El momento más fuerte en el que tuve que decir sí o si dar ese paso, enfrentarlo”, agregó.
Por otro lado, lo relacionó con cómo es él: “Yo soy muy unido a mis amigos y mi familia y todo lo que me pasó ahí no lo podía hablar con nadie porque éramos desconocidos. Ahora somos amigos, pero al principio…”.
Además, se refirió a lo que más extrañó mientras estuvo encerrado. “La contención y las charlas. Hablo mucho, tengo una buena relación, y las charlas con mi familia, comer”, dijo y en ese instante entraron los suyos, incluidos los perros, que no los veía desde que arrancó esta travesía.