Luego de consagrarse como el ganador de Gran Hermano, Bautista Mascia se animó a contar algunos detalles de lo que fue su estadía dentro de la casa. Es por eso que repasó momentos claves y contó cuál fue el momento más difícil que le tocó atravesar.
A poco de haber salido, tras casi 7 meses aislado, contó cómo vive estos primeros días: “Es raro estar en el centro de atención. Obviamente arranqué la competencia con el sueño de ganarla. Yo vine a jugar con el fin de ganar, pero no soy una persona que necesita tener siempre el foco puesto encima. Por momentos, es un montón”.
En este sentido, teniendo en cuenta que siempre estuvo dentro de la casa, Bautista Mascia ahondó en los días que consideró más complicados. Es por eso que repasó cuál fue el momento más duro que le tocó vivir dentro de la casa de Gran Hermano.
“Creo que todo tiene que ver con cómo estás personalmente. En ese sentido, lo que más me pegó fue cuando se fueron Licha y Agos, que éramos pocos en la casa y en ese momento estaba medio rara la convivencia”, confesó sobre la eliminación de su amigo seguido del abandono de Agostina producto de las amenazas de Juliana.
Pero no sólo la tensión del momento lo afectó, sino que sentirse vulnerable ante los nuevos jugadores y los que ingresaron por repechaje: “No estaba tan copado, se sentía más el vacío y no había buena onda. También, en un momento, después de un repechaje en el que volvieron Cata y Joel, por momentos me sentía incómodo por esta cuestión de que hubiera gente que entró en plan ‘yo sé todo lo que pasa afuera, sé cómo te ven a vos, cómo lo ven a aquel’”.
“Ellos te hablaban o te hacían preguntas y eso te empieza a jugar en la cabeza, porque no sabés qué está pasando afuera, si te están queriendo dejar como un boludo, si quieren que pises el palito…”, le contó a Teleshow sobre todo lo que llegó a pensar en ese momento.
Sin embargo, Bautista Mascia encontró la mejor forma de refugiarse de todo eso: “Por eso fue que decidimos hacer la tregua entre los que veníamos jugando para cuidarnos entre nosotros. Después, con las semanas, esa paz se fue diluyendo”.