Okupas fue una serie que se estrenó en el año 2000. Su historia cautivante y su mirada implacable sobre una marginalidad que empezaba a ser una amenaza para muchos sectores sociales, golpeada por la dura crisis que vivía el país -cuando no- en tiempos de un menemismo en retirada, la volvieron una miniserie de culto. Su llegada en 2021 a la plataforma de Netflix le dieron nuevos impulsos y la acercaron a nuevas generaciones.
Rodrigo de la Serna, su protagonista, visitó Gelatina, el programa de streaming conducido por Pedro Rosemblat, y entre otros temas, recordó su paso por aquela miniserie dirigida por Bruno Stagnaro. Y en especial habló de una escena, la más fuerte de toda la historia: la visita de Ricardo, el personaje de De la Serna, a los monoblocks de Dock Sud, donde terminaría en una oscura habitación hostigado por el Negro Pablo (extraordinaria interpretación de Dante Mastropierro) y sus amigos.
Rodrigo destaca que "en Okupas hubo algo que fue mágico. Son alquimias que suceden una vez en la vida". Después ya se metió de lleno en aquella escena del Docke, convocado por el recuerdo de su entrevistador que empezó por el detalle de la mujer que fumaba en un rincón de la habitación, mientras miraba a Ricardo acosado por el Negro Pablo y su banda. "Ese ingrediente Pasolini -destaca Rodrigo. Y cuando se levanta y se va, decís chau, ya fue".
"Recuerdo que ese día filmamos todo un día entero, tirando esa escena que es una escena larga. Hay quien me dijo que es la mejor escena de suspenso que se haya filmado jamás, porque la típica en la escuela de cine te enseñan ponele una de Hitchcock: viene un tipo, pone una bomba, se va y después viene una nena y su abuelito a tomar un helado ahí en la mesa y el suspenso es, "bueno va a explotar la bomba". Acá el suspenso es le van a romper el o... De a poquito te va llevando a eso, a "se lo van a violar a este pibe. Es brillante"
?
?
A la hora de destacar la labor del personaje del Negro Pablo, ese matoncito de apariencia física frágil pero tan intimidante en ese territorio ominoso donde parecía manejar todos los códigos. "El Negro Pablo es un malo empático, gracioso. Es que somos argentinos también, el grotesco está siempre. Y si no está, no es argentino. Era un payaso, un enano así, pero te metía un miedo", dice Rodrigo y Rosemblat, asiente y destaca: "Tenía una retórica maradoniana". "Un actorazo y no había actuado nunca", agrega De la Serna.
El actor admitió que no había vuelto a ver Okupas hasta que la repuso Netflix. "Hace 15 años que no la veía, fue muy fuerte. ¿Por qué? Porque dije 'que bien que actuaba, ahora estoy haciendo todo mal. ¿Puede ser que actuaba mejor a los a los 24 que ahora? Es que uno va adquiriendo mañas, tenés formas, recursos múltiples que fuiste puliendo y coleccionando durante toda tu vida y ahí en Okupas hay una crudeza, una naturalidad... Es una genialidad Okupas."
?
?
Rodrigo también recuerda su primer contacto con la historia: "Cuando recibí los guiones y leí eso, dije esto da pena filmarlo porque hay publicarlo así como está, era literatura. Pero nos dimos cuenta con el devenir de las jornadas que estábamos haciendo algo... Yo por primera vez sentí que estaba adentro de algo realmente valioso, de una obra de arte. Era una expresión del posmenemismo y fueron duros los 90 para los adolescentes, para los que vivimos esos años fueron muy duros. Sentíamos que estábamos contando un poquito ese posmenemismo, retratando el pre estallido social y no lo sabiamos".
Pese al recuerdo hermoso que significa Okupas,. De la Serna reconoce que casi no tiene contacto con sus compañeros de elenco. "Con Ariel (Staltari) me veo bastante, a Bruno (Stagnaro, el autor y director) me lo cruzo cada tanto , a Diego (Alonso, el Pollo) no lo veo, a Franc (Tirri) tampoco. Pero cuando nos vemos, due tan intenso el proceso, fueron tantas las vivencias que es como haberlos visto ayer"