Federico D'Elía no suele dar muchas entrevistas ya que según asegura es algo "fóbico para notas en los estudios de la tele o de la radio". Es una pena. No solo es un magnífico actor, también un maravilloso contador de historias y un tipo inteligente para responder y ayudar a pensar. El miércoles estuvo como invitado en La noche perfecta, el entretenido programa que Sebastián Wainreich conduce en el 13. Respondió sobre Los simuladores y contó una imperdible anécdota con Maradona.
Wainreich presentó al actor como "uno de los tipos más queridos del medio". La primera pregunta del conductor fue si en el colegio primario estafó a la hermana de un amigo con la figurita más difícil. "Estafé. Es terrible. Era una figurita de Los autos locos, el Oso Miedoso que venía firmada", contó entre risas. "Yo sabía el valor de esa figurita y cuando veo que Julieta la saca del sobre le digo 'ay que garrón que está escrita'. Le di todo mi pilón a cambio de esa".
Pese a su aspecto tranquilo reveló que de adolescente solía ser "muy calentón y no dominar los impulsos. Era petiso y si alguien me miraba lo encaraba con '¿Qué mirás?'. A veces cobraba y a veces no cobraba. Hoy me pregunto cómo fui capaz de hacer cosas asi. Pero eso fue en La Plata hasta los 17 años, en Capital no me pelee nunca", admitió.
Reveló que alguna vez quiso ser futbolista "pero la realidad me cantó que era imposible que fuera futbolista. La conducta que hay que tener para ser un futbolista de alto rendimiento es mucha". En tren de confesiones admitió que comparten un amor platónico con el conductor: Susana Giménez. En un divertido juego aseguró que filmaría una película erótica con la Susana de La Mary. Recordó que al actuar en Sugar la vio en ensayos pero que nunca le confesó que era su amor platónico.
El conductor le preguntó que sentía cuando se califica a Los Simuladores como el mejor programa de la televisión argentina. "Me gusta lo que pasa con el programa. Nosotros no vivimos las cosas de la misma manera que lo vive la gente común, que te ve" y siguió "yo siempre digo cuando me preguntan por qué es un éxito que la verdad no tengo ni idea por qué fue un éxito. Pienso que por un montón de cosas, pero una es que por lo menos con lo de nuestra generación se que la gene esperaba hasta el día para ver un programa y con Los simuladores pasaba mucho. Era ficción, era increíble, era divertido. Me pasa que entiendo lo que les pasa, pero no termino como de pasarlo yo por el cuerpo".
"Para vos ¿es tan bueno como decimos todos?", preguntó el conductor. "Nada es tan tan bueno, pero creo que sí, que tenía algo diferente y lo sigue teniendo porque lo siguen los pibes de hoy. Y es ahí donde pasa algo que a mí me resulta inexplicaba y que un sociólogo tal vez pueda empezar a analizarlo porque agarró todas las clases sociales, todas las edades. El programa abarcó todo. Es un programa hermoso. Es ficción ficción. Un juego. Historias divertidad y un toque naif". De la película contó que "está parada por ahora. Están viendo cómo arrancar. Esta todo difícil".
En un momento tan emotivo como imperdible recordó la vez que participó de un partido junto a Diego Maradona y otros jugadores del Mundial ‘86. “Nos invitan un día a jugar un partido y nos dicen que era con jugadores de fútbol. Era fútbol rápido y nos dicen: ‘Parece que viene Diego’ Estábamos en el vestuario, estaban todos los del Mundial ‘86 y Diego Peretti que era la primera vez que jugaba un partido a beneficio. Diego juega bien, él dice que podría haber llegado a ser jugador de Selección. Miraba a los jugadores y me decía: ‘¡Mirá quién está D’Elía!’ ¡Estaba fascinado!”,recordó.
Contó que "el partido con Diego que fue hermoso. Fue el único que no salió de la cancha”. Narró que en un momento del encuentro le dio un pase a Maradona pero el jugador paraguayo Roberto Cabañas, se lo cortó. "No lo podía creer. Era mi pase a Diego para poder contarlo. Cuando me la afana, me voy corriendo detrás y me tiro a sacársela, lo que tampoco logro. Pasa Diego por detrás mio y me dice: ‘Te vas a desgarrar, pibe’”, narró todavía asombrado
Cuando terminó el partido, decidieron ir a comer todos juntos a un restaurante de la Costanera. Pero como cada vez que se movía el Diez, al llegar, lo esperaban decenas de periodistas y fotógrafos que querían entrar. Sin embargo Diego Maradona no lo permitió y le dijo: “Acá estoy yo y mi familia”. Federico D’Elia recordó las palabras que le dijo Peretti: “Somos la familia de Maradona”.