El jueves se vivió una noche picante en la casa de Gran Hermano. Primero porque el Big decidió expulsar a Keila por su poco compromiso con el juego. Al parecer, la participante iba casi todos los días al confesionario a decir que se quería ir y el resto de la tarde, se la pasaba llorando o durmiendo, por lo que la producción le pidió que se fuera por la puerta giratoria.
Poco después, llegó el momento de que el líder hiciera su jugada de subir a un compañero a la placa y sacar a otro. Giuliano entonces pidió que bajara Juan Pablo y pusieran a Petrona. Pero eso no era todo porque además, esta semana tenía el recurso extraordinario de expulsar a un compañero. La noticia se la dieron en el momento y casi sin pensarlo, eligió a Brian.
Lo curioso de todo esto es que los participantes no saben que el eliminado continuará en aislamiento para volver el domingo. Algo que será comunicado a la casa el mismo día. Hasta acá, todo bien pero el problema apareció cuando Giuliano, en una charla casual, disparó: "No desestimaría el hecho de que pueda ser una jugada del juego y que al loco lo tengan aislado dos días en una pieza acá atrás, y vuelva antes de la placa. No lo descartaría"
Para algunos, la jugada era 'demasiado obvia' y les pareció lógico que el líder lo deduzca. Otros en cambio, empezaron a dudar de la transparencia del concurso: "Le pasan data", "en el confesionario les dicen todo", "todo arreglado", "Se hace el que lee el juego y re que se lo dijeron y ahora lo repite".
Ustedes, ¿qué creen?