En los últimos días, Edith Hermida quedó en el centro de la polémica luego de que algunas de sus excompañeras la cuestionaran por su actitud en el trabajo.
La primera en hablar fue Romina Scalora, quien aseguró que la pasó “muy mal” trabajando con ella en Bendita. Luego, Anita Sicilia respaldó sus dichos y más tarde, Eliana Guercio se sumó a las críticas, deslizando que decidió dejar El Club Del Moro para no tener que interactuar más con Hermida.
En la última emisión de Bendita (El Nueve), el equipo puso al aire un informe que recopiló todas estas declaraciones. Acto seguido, Beto Casella le dio la palabra a Edith para que diera su versión.
Visiblemente afectada, la panelista intentó cerrar la polémica: “Quiero dar por terminado el tema de Romina Scalora. Terminamos de hablar acá. No quiero seguir hablando”.
“No me gusta ser el eje del conflicto. No me siento cómoda. Lo mío es otra cosa. Por eso estoy tan angustiada”, agregó entre lágrimas. Además, reconoció que se equivocó en su trato con su colega: “Me enojé. Nunca me enojo con las cosas que pasan al aire, pero esa vez sí. (…) Pude revertir y domesticar ese enojo. Era eso lo que yo le quise decir a ella. La verdad, estaba cómoda y podía trabajar perfectamente con ella”.
También defendió su conducta como compañera: “Siempre me despido de mis compañeros. A veces pasa que no me entero de que se van, como me pasó con (Ezequiel) Campa. De repente veo que no viene más y sale del grupo de panelistas, entonces le mando un audio a Campa y a Franquito (Casella)”.
Por último, insistió en que nunca tuvo intención de perjudicar a nadie: “Suele pasar que mando un mensaje a las personas que dejan Bendita porque soy buena compañera, acá y siempre. Me puedo equivocar, puedo meter la pata, puedo ser demasiado vehemente a veces, pero soy buena compañera”.