El Mario Pergolini que conduce "Otro día perdido" se muestra como un señor amable, cálido, pícaro en su justa medida y muy equilibrado. Esta imagen queda muy lejos de ese rebelde de lengua filosa que conducía "Caiga quien caiga". En esta nueva versión, muchos de sus invitados no pierden ocasión de recordarle el rebelde que fue y pasarle alguna factura que Pergolini asume si negar. Esta vez, con Facundo Arana de invitado en el piso recordó, cuando fue a ver "Chiquititas" con uno de sus hijos y no la pasó nada bien.
"Era una época que le dábamos duro duro a Cris Morena porque eramos muy inmaduros", comenzó reconociendo Pergolini ante la mirada risueña de Arana. El problema surgió cuando su hijo, como todos los nenes de la época le pidió ir a ver a obra que los actores hacían en el teatro. Pergolini aceptó llevarlo porque como explicó no podía decirle a su hijo “No nos podemos ir porque nos van a ca... a trompadas, ¿cómo le explicás al pibe?”.
Padre al fin, lo llevó y entonces vino la venganza del elenco al que había vapuleado. Según recordó lo ubicaron en un lugar central "Fila seis al medio me pusieron. Faltó ponerme dos reflectores arriba". Pero además como también recordó Arana cada vez que los actores salían lo miraban a él fijamente y en el cuadro final, al saludar también lo miraban como diciéndole "acá estás y eso que nos criticábamos".
Pergolini recordó que mientras esto pasaba su hijo disfrutaba con felicidad del show y aplaudía el espectáculo. Ante este recuerdo Arana no pudo contener la risa. "Sentí la hostilidad desde que entré", admitió Pergolini pero destacó que al menos Pergolini se "bancó" todo por su rol de padre y con cara de "acá estoy, peguenme".